Las organizaciones agrarias y los sindicatos acaban de dar por rotas la negociación del convenio del campo. Las dos partes se habían citado esta mañana con el fin de avanzar en el nuevo convenio colectivo, pero la falta de acuerdo les ha llevado a levantarse de la mesa sin ningún avance. Las diferencias en el cómputo de la jornada anual, el registro horario y el abono de las horas extraordinarias son el principal escollo en la negociación.

Es la segunda vez que se rompen las negociaciones del convenio del que dependen más de 50.000 trabajadores en la región. La primera fue en el mes de abril por la aplicación de la subida salarial.

Según ha explicado a Efe el secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT, Miguel Talavera, los motivos son "lo que se vienen arrastrando desde hace meses", con la intención de la patronal de ampliar la jornada laboral de 1.768 horas a 1.826 "para resarcirse de la subida del Salario Mínimo Interprofesional", pero eso "hay que abonarlo si o sí".

Ha recordado que tampoco hay acuerdo sobre como organizar el control horario, "porque ellos quieren como mejor convenga a sus fines", mientras que los sindicatos entienden que hay que establecer un mecanismo, como firmar cuando alguien entra o sale.

Por su parte, la organización agraria APAG Extremadura Asaja ha acusado a los sindicatos de “cerrazón” en la negociación y ve "cada vez más lejana" la posibilidad de un acuerdo.

Según ha señalado el presidente de la organización agraria, Juan Metidieri, en nota de prensa, la actitud que están manteniendo los sindicatos es de una “rigidez máxima” lo que hace muy difícil poder llegar a algún acuerdo.

"No se puede ir a una mesa de negociación solo con líneas rojas, ha indicado Metidieri, que ha añadido que "de momento no hay cerrada ninguna nueva reunión".