En Acorex "faltó espíritu cooperativo" y "sobró localismo" en la gestión, ya que "se camuflaron y maquillaron" las cuentas. Así se expresó ayer Pedro Escobar, excoordinador regional de IU, en una rueda de prensa en la que analizó la comisión de investigación sobre Acorex y Caja Rural y sus posibles injerencias políticas.

Escobar afirmó que en 2011 Acorex ya tenía "metástasis" debido a una "mala gestión" desde 2002 a ese año y que IU "presionó" al Gobierno extremeño de entonces para que "interviniera" al amparo de la Ley de Cooperativas con el fin de "salvar" la agrupación.

El excoordinador de IU negó que Acorex fuera "moneda de cambio" para que IU sostuviera al PP como afirmó el exdirector general de Acorex Javier Donoso, al tiempo que aseveró que "la demonización de Nogales es la demonización de IU, pues contaba con toda mi confianza y representaba a IU en las gestiones para tratar de salvar a Acorex".

En su opinión, la rueda de comparecencias en la comisión en la Asamblea se ha convertido en "un carrusel de personajes en busca de culpables" y cree que la comisión concluirá sin saber "qué pasó con Acorex", quiénes son los culpables o responsables, además de que "nadie va a asumir responsabilidades políticas o penales si las hubiera". Para él, se trata de un ejercicio de "pseudotransparencia", donde algunos más que otros "se empeñan en difundir ponzoña y mentiras", dijo, además de añadir que la situación actual es fruto de la "mala gestión del equipo gerencial que hubo entre 2002 y 2011, que tomó las decisiones importantes" aunque no cree que hubiera "mala fe".

En este sentido, recordó que con este equipo se decidió ubicar Acosierra en Granja de Torrehermosa y no en Monesterio, y se concentró toda la transformación de tomate en las Vegas Altas cuando en Vegas Bajas no hay ninguna factoría de transformación.

Para él, "faltó espíritu cooperativo y sobró localismo" ya que las grandes inversiones se hicieron en las tres localidades de las que procedían "el presidente, secretario y gerente de Acorex: Santa Amalia, Granja de Torrehermosa y Miajadas".

Ha mencionado que en 2011 Alejandro Nogales y él mismo mantuvieron una reunión con Javier Donoso y Angel Zapata en la que se les transmitió que Acorex "necesitaba 20 millones de euros" que se invertirían en proyectos que iban "a funcionar muy bien". Para él, "nos engañaron", pues después se comprobó que se "maquillaron las cuentas porque conociendo los datos, los bancos no hubieran avalado a Acorex", un "maquillaje" que es "la causa primera y más importante de la ruina" del grupo, según los administradores concursales.