NATURAL DE PUEBLA DE ALCOCER (BADAJOZ)

EDAD 23 AÑOS

ESTUDIOS OBLIGATORIOS

AFICIONES LA MUSICA, LA NATURALEZA Y LA INVESTIGACION

SU PROYECTO PROMOTOR DE UN NOVEDOSO SISTEMA DE POTABILIZACION DE AGUAS EN AFRICA

Muchas dosis de imaginación y creatividad. Una ilusión tremenda y muchísimas ganas de trabajar. Todo ello se une en Pedro Delgado, un joven extremeño de 23 años que, por haberlo sabido conjugar todo y unirlo en un novedoso proyecto, fue merecedor de un premio a la innovación.

No quiso estudiar, porque según dice se aburría, y dejó los estudios en primero de Bachillerato. Pero era inquieto, le gustaba descubrir cosas, resolver problemas, y no lo dudó. Tuvo una idea, la desarrolló a través de un borrador, decidió presentarla en la Junta y obtuvo su premio. Consiguió financiación a través de un crédito a la imaginación y hace tres años pudo hacer realidad su empresa, Aquaphytex, dedicada a la depuración y potabilización de aguas con plantas.

Y al logro de su empresa ha podido sumar ahora este joven de Puebla de Alcocer el ser partícipe de un solidario proyecto en Africa, al haber elegido la Junta su sistema de depuración de aguas para desarrollar un proyecto de cooperación en Mali.

--Supo ver novedad en torno a agua y depuración.

--Vi la posibilidad de que la tecnología que sirve para la depuración de aguas residuales se aplicara directamente a las del río; depurar las aguas a través de plantas macrofitas (plantas que en sus raíces se adhieren unas bacterias que a su vez absorben y se nutren de las cargas contaminantes y de la materia orgánica que hay en el agua depurándola) pues así se podría ofrecer una alternativa a la depuración tradicional, que es con hipocloritos y mediante procesos químicos.

--¿Y cómo surge en un chico de tan solo 19 años una idea tan novedosa y valorada?

--Había escuchado una conversación sobre la problemática de las depuradoras y pocos días después leí en una revista un artículo sobre sistemas de depuración con plantas que me pareció muy interesante. A partir de ahí me puse a investigar, a ver cómo poder generar valores añadidos a través de eso. Y el proyecto empresarial que surgió de ello, que realicé y fue premiado, está basado en la producción de variedades vegetales, ya que no había ninguna empresa en el país que produjera plantas macrofitas.

--Pero hasta que Aquaphytex se hizo realidad hace tres años no todo fue fácil, ¿no es así?

--Siempre cuesta. Tenía 19 años cuando empecé a desarrollar la idea, pero hasta que la empresa, dedicada al desarrollo de toda la metodología de producción de plantas acuáticas, se hizo realidad hace tres años, hubo mucho trabajo, mucho que aprender, y grandes dosis de ensayo y error. El mercado es complicado, porque temas como financiación, búsqueda de recursos, decisiones financieras... es algo que cuesta tiempo aprender, pero la decisión tiene su recompensa.

--Una idea que hizo realidad una empresa que está funcionando, y muy bien. Pero lo que sobre todo ha dado a conocer a Pedro Delgado es que su proyecto se esté desarrollando en Mali, en las aguas del Níger.

--Esto es lo más satisfactorio, y si ha sido posible es gracias a la Junta de Extremadura, que ha asumido el proyecto y lo financia como alternativa a la cooperación, y al MPDL-Extremadura, la oenegé extremeña con más experiencia en Africa.

--¿Puede hablarse ya de éxito?

--Realmente sí. Empezamos la construcción en enero, las plantas ya se han producido, están creciendo y ya estamos empezando a depurar las aguas. Lo que ocurre es que estamos todavía en la fase de ajustar la depuradora, pero en tres o cuatro meses estará óptima y en condiciones para dar consumo.

--No se trata en este caso solo de ayudar, sino sobre todo de enseñar, ¿no es así?

--Por supuesto. El proyecto consta de dos grandes fases. La construcción es una de ellas y, lógicamente es muy importante, pues además se trata de un proyecto que consta de 2.000 metros cuadrados de balsas y va a tener una red de distribución de 11 kilómetros, un proyecto potentísimo y muy importante para una zona de la que más inmigrantes salen y donde menos se había invertido desde cooperación. Pero la formación, que es la otra fase, es indispensable para su mantenimiento. A través de ella se ha instruido a unas 150 personas de allí en las técnicas de producción vegetal, de separación, colocación de las semillas, reproducción, recolección, fabricación del compós..., todo lo relacionado con las plantas, pues son la base del proyecto y es fundamental que conozcan perfectamente todo lo relacionado con ellas para que ellos puedan mantener el vivero, lo que será un gran jardín flotante en mitad del desierto.

--¿Todo este éxito le hace ganar confianza, o teme el futuro?

--Ahora mismo me siento muy satisfecho, pero no olvido que para los emprendedores no todo es bonito. Hay muchos momentos de dificultad, momentos durísimos, que afectan directamente a la estabilidad económica de la familia... Cuando miras hacia atrás ilusiona ver el camino recorrido, pero yo no olvido el dato de que solo el 20% de las nuevas empresas que se crean siguen adelante. Nosotros todavía estamos en fase de riesgo, pero seguiremos con ilusión y esfuerzo, y siempre innovando.

--¿Daría algún consejo a los jóvenes extremeños?

--No es que yo sea el más indicado para dar consejos, pero les diría, por mi experiencia, que Extremadura es una tierra de oportunidades y arriesgar, si tienes iniciativa y ganas de trabajar, tiene su premio.