El paso fundamental para hablar de alta velocidad es que la línea esté electrificada para que no tengan que circular locomotoras con diésel. Ya ha salido a licitación el tramo entre Plasencia y la bifurcación de Peñas Blancas (unos 125 kilómetros) por 42,4 millones de euros para instalar la línea de cable áereo (las catenarias). Supone un 75% de todo el tramo. Ahora solo falta el trayecto entre Peñas Blancas (Mérida) y Badajoz, que requiere de tramitación ambiental.

Pero además recientemente se ha adjudicado el contrato de obra y mantenimiento de las subestaciones eléctricas de tracción y centros de autotransformación asociados, por valor de casi 22 millones de euros. Son igualmente necesarias para disponer de una línea electrificada.

Pero esta mejora de la red ferroviaria solo se incluye en el tramo Plasencia- Badajoz, una de las tres fases de la línea Madrid-Extremadura. En las otras dos, Oropesa (Talayuela)-Plasencia y Madrid-Oropesa, la electrificación ni está ni se le espera (solo existe hasta Humanes, es decir, en una pequeña parte al principio del trayecto partiendo desde la capital madrileña).

Por ello, desde Adif explican: «Para garantizar la continuidad de la circulación de los nuevos trenes entre Badajoz y Madrid más allá de Plasencia, se está ejecutando por unos 54 millones la instalación, entre otros, del sistema de comunicaciones fijas y móviles GSM-R en el tramo Humanes-Monfragüe (229,6 kilómetros)».

«Permitirá una notable mejora -continúan- en la circulación ferroviaria, al eliminar los actuales bloqueos telefónicos. De este modo, se incrementará la fiabilidad de la infraestructura y la calidad del servicio en la línea, que podrá conectarse a la alta velocidad Madrid-Extremadura».