La distancia entre las pensiones contributivas extremeñas y la media española, lejos de atenuarse, cada vez es más amplia. Según los datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, hace once años un jubilado extremeño cobraba 353,5 euros al mes, lo que suponía un 12% menos que la media. Ahora, un pensionista en la región ronda como media los 542 euros mensuales, es decir, el 15% menos que lo que se cobra en España.

En euros, significa que hace once años había una diferencia de algo más de 48 euros al mes entre lo que percibía un jubilado extremeño y la media nacional, y ahora esa diferencia se ha duplicado, y ronda los 96 euros.

Además, la evolución de la cuantía de las pensiones medias en la región está entre las que está teniendo una menor revalorización del país. Como ejemplo, baste citar que las prestaciones extremeñas son las segundas más bajas, sólo por delante de las gallegas. Sin embargo, esta distancia se está acortando: en 1996 un pensionista extremeño cobraba al mes 14 euros más que uno gallego, y ahora la diferencia se ha reducido a diez euros.

Ni siquiera el efecto de la entrada de nuevos jubilados, con bases de cotización más altas, logra enderezar la situación. De este modo, y según un informe de Trabajo, los nuevos pensionistas extremeños que se incorporaron al sistema de prestaciones de la Seguridad Social en el 2004 cobraron de media 505 euros al mes, es decir, 21 euros por encima de la pensión media de la región. En el 2005, los nuevos jubilados situaron su pensión en los 532 euros, a 19 euros mensuales de la media regional.

Mientras, en el global del Estado se daba una situación inversa: en el 2004 las nuevas pensiones rondaron los 666 euros al mes, 90 por encima de la media, mientras que el pasado año los jubilados entrantes percibieron 656 euros mensuales, sólo 19 euros por encima de la media.

DIFERENCIAS DE SUELDO Las distancias entre cuantías de las prestaciones contributivas se fundamenta en el distinto peso de los regímenes de la Seguridad Social, y unas bases de cotización inferiores. De hecho, las diferencias no son más que el reflejo de unos salarios en Extremadura que cada vez se distancian más de los sueldos medios que se cobran a nivel nacional.

El mapa de las pensiones permite percibir la existencia en España de una zona donde el peso de la industria en la economía deriva en prestaciones más elevadas, que englobaría a País Vasco, Asturias, Madrid, Navarra, Cataluña y Cantabria, y otra donde lo que prima es el empleo agrario, y que cuenta con jubilaciones más bajas, donde estarían Extremadura, Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia.

La división entre ambas zonas es cada vez más acusada. En 1996, un jubilado vasco cobraba de media 145,8 euros más al mes que uno extremeño, es decir, un 41,3% más. Ahora, la distancia es de 259 euros, esto es, un 48%.