El Transcaex recoge en uno de sus capítulos las posibles consecuencias de accidentes con mercancías peligrosas. En la elaboración de estas hipótesis se tiene en cuenta un escenario meteorológico de vientos de once kilómetros por hora.

El peor escenarios sería la rotura de un transporte de cloro, que provocaría una nube tóxica que obligaría a intervenir para proteger a las personas en un radio de 10,5 kilómetros y a activar las alertas en un radio de 61.

El resto de hipótesis presentan unas áreas de riesgo inferiores. Así ocurre por ejemplo con la posible explosión de cisternas de butano o gasolina, donde los radios de intervención se limitan a unas decenas de metros y los de alerta a poco más de unos centenares.