En Extremadura hay censados 474.694 perros mientras que poco más de un millón de personas viven en la región, según datos del Riace (Registro de Identificación de Animales de Compañía) y el Instituto Nacional de Estadística. Es decir, existe un perro para cada dos habitantes, un dato que contrasta con la cifra a nivel nacional: un perro para cada cuatro españoles.

Hay que considerar que la cifra de perros en Extremadura pueda ser aún mayor dado que no se contabilizan los perros sin microchip aún abundantes en la región.

Los datos no son uniformes en los municipios. En la provincia de Cáceres se observa una relación inversa entre el número de habitantes y el número de canes. Cuanto más poblada está una localidad, menos perros hay por persona. Así, Cáceres capital y Plasencia cuentan con un animal por cada cuatro vecinos mientras que Trujillo y Moraleja contabilizan uno por cada dos, según datos aportados por el Colegio Oficial de Veterinarios de Cáceres.

De los 474.694 perros censados, 10.400 son considerados peligrosos: 3.800 en Cáceres y 6.600 en Badajoz.

Resulta evidente la importante presencia de perros en la comunidad autónoma, que dobla a la cifra nacional. Los dueños muestran también, cada vez más, una mayor preocupación e implicación con los cuidados de los animales y esto se refleja en los negocios abiertos dirigidos al cuidado y mantenimiento de mascotas.

«La gente se va dando cuenta de que a los perros no se les rapa una vez al año y que es necesario un mantenimiento», explican en Perrunillas Boutique Animal, una peluquería canina y felina situada en la ciudad de Cáceres. Los servicios más demandados aquí son los cortes de tijera de exposición. Llevan tres años en el sector y han notado un aumento de clientes. También afirman que «la gente busca razas concretas».

Este negocio no sólo cuenta con peluquería. También hay una ‘boutique de mascotas’ donde se pueden encontrar desde collares y juguetes a alimentos gourmet y chuches para animales. Se puede contratar hasta un servicio de guardería donde «disfrutarán de un espacio sin jaulas y serán atendidos como uno más de la familia».

La presidenta del Refugio San Jorge de Cáceres, Laura Varaldi, señala que ha aumentado el número de adopciones pero también lo ha hecho el número de perros abandonados, especialmente en camadas. La buena noticia es que no han tenido muchos casos de perros que, tras ser adoptados, vuelven al refugio pasado un tiempo. La mayor parte de los perros del refugio son galgos que se usaban para actividades de caza y animales que enferman y los dueños ya no quieren hacerse cargo.

Legislación

A pesar de la existencia de perros sin censar y, por tanto, sin microchip, en el Decreto 245/2009 por el que se regula la identificación, registro y pasaporte de determinados animales de compañía en la comunidad de Extremadura se enuncia que «las personas propietarias o poseedoras de animales de la especie canina deberán obligatoriamente identificarlos electrónicamente e inscribirlos en el RIACE, además de censarlos en el ayuntamiento donde habitualmente viva el animal». Algo que no ocurre con los gatos, cuya inscripción es voluntaria. Esta medida facilita la disposición de censos fiables para la realización de «programas sanitarios preventivos», evitar el abandono o favorecer la búsqueda de los animales perdidos o robados.

Además, en caso de un traslado fuera de Extremadura o de la muerte del animal, el dueño debe comunicar en el plazo de un mes la cancelación en el registro a cualquier veterinario colaborador del RIACE.

La Incineradora de Mascotas de Extremadura (Incimaex) recuerda a los dueños que no está permitido «enterrar a las mascotas en parcelas privadas».