Greenpeace y Adenex se han unido para solicitar la nulidad del acuerdo adoptado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el pasado 2 de junio, por el que se autorizaba a la central nuclear Almaraz-2 a funcionar sin tener operativo un generador diesel de emergencia y "sustituyendo éste por un grupo de mini-generadores diesel de bajas prestaciones incapaz de responder adecuadamente en determinadas situaciones de accidente", según afirman estas organizaciones ecologistas en un comunicado.

Estas asociaciones consideran que la autorización concedida por el CSN incrementó el riesgo de la instalación nuclear al quedar "limitada su capacidad de respuesta" ante una emergencia.

Como prueba para demostrar este incremento en el riesgo las dos asociaciones aseguran presentar una serie de documentos técnicos elaborados por diversos departamentos del propio Consejo de Seguridad Nuclear. Unos informes que reconocen "la incapacidad parcial de la central nuclear de Almaraz-2 para hacer frente, bajo determinadas circunstancias, a ciertos accidentes contemplados en su Estudio Final de Seguridad", según afirman en el mismo comunicado.

MARCO COMPETENCIAL

Tanto Greenpeace como Adenex consideran que el CSN se ha "extralimitado en sus competencias" al otorgar la mencionada autorización ya que, denuncian, no se han seguido los correspondientes cauces administrativos.