El Servicio Extremeño de Salud (SES) y la Confederación Extremeña de Discapacitados Físicos (Cocemfe) han firmado un plan de trabajo con varias medidas para eliminar las barreras arquitectónicas en los centros sanitarios y permitir que las 50.000 personas que sufren minusvalías en la región accedan en igualdad de condiciones a los servicios del SES.
Entre esas iniciativas figuran la realización de una auditoría para detectar la accesibilidad en los centros de salud, que incluya una valoración económica de las posibles reformas; la elaboración de una guía básica a modo de manual de buenas prácticas, la puesta en marcha de un protocolo de comunicación entre ambas instituciones, y la creación de un plan de formación a los profesionales sanitarios y de reformas de instalaciones no accesibles en la actualidad.
Todo ello porque estas personas con minusvalías físicas tiene en algunos casos "serias" dificultades para acceder a centros sanitarios públicos de la región, indicó ayer el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara.
Por su parte, el presidente de Cocemfe-Extremadura, Jesús Gumiel, destacó que para eliminar estas barreras, ambas partes comenzaron a trabajar el pasado año para conocer las condiciones de acceso a los centros sanitarios y estudiar las medidas a emprender, que ahora se plasman en este compromiso.
Se trata, según indicó Gumiel, de garantizar que las 50.000 personas que, aproximadamente, padecen alguna minusvalía física en la región, hagan un uso pleno de los servicios que ofrece el Servicio Extremeño de Salud.
ACTUACIONES
Respecto a las actuaciones que se deben ejecutar, el responsable de este colectivo, que agrupa a 21 asociaciones, señaló que las reformas afectan a los entornos de los centros sanitarios, el acceso a los edificios y la circulación horizontal y vertical por sus instalaciones, tales como ascensores más grandes, pasillos más anchos o mostradores más altos.
Estas cuestiones, dijo, "serán muy difíciles de llevar a cabo en algunos edificios", los que necesitan una reforma profunda.
