El anteproyecto del III Plan de Salud Mental de Extremadura avanzó ayer en su fase de consulta, al pasar por el Consejo Extremeño de Salud Mental, y verá la luz a comienzos de 2017. El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, presidió la reunión del Consejo, donde explicó que el plan está «ajustado a la realidad extremeña y participado por profesionales, asociaciones de pacientes y la propia administración en 13 grupos de trabajo que lo han elaborado a lo largo de este año».

Frente al plan anterior, que tuvo un grado de cumplimiento cercano al cero por ciento, según afirmó el consejero y recoge Efe, el nuevo atenderá de manera específica a una población muy vulnerable con respecto a esta patología, como son mujeres víctimas de violencia de género, personas con discapacidad o con trastornos límite de personalidad. Destacó tres novedades importantes: seguir dotando de recursos a la Red de Salud Mental impulsando fundamentalmente la infanto-juvenil; la inclusión de los CEDEX, que son los centros para conductas adictivas, en esta red de Salud Mental; y que las Unidades de Hospitalización Sociosanitaria pasen a depender del SES. El Plan contiene otras líneas estratégicas, como la participación comunitaria, un enfoque hacia la prevención y la promoción de la salud mental positiva, la investigación, la formación y la docencia.