Bioenergética Extremeña 2020, empresa que proyecta construir en Valdetorres una factoría para producir biodiesel --carburante sustitutivo del gasóleo a partir de aceites vegetales-- ha iniciado su último trámite ambiental al solicitar a la Dirección General de Medio Ambiente la autorización ambiental integrada que permita el funcionamiento de la planta.

La factoría, impulsada por el empresario catalán Josep Coll --muy vinculado a Extremadura-- y en cuyo capital hay presencia extremeña a través de uno de los miembros de la familia Hinojosa, antigua propietaria de Cortefiel, logró en junio pasado una declaración positiva en el estudio de impacto ambiental para las obras, que arrancaron en noviembre.

La previsión es comenzar a producir biocarburante a finales de este año. El proyecto contempla una primera fase con una inversión de 16 millones de euros y una segunda donde se invertirían otros siete millones.

Cuando esté a pleno rendimiento, la factoría producirá 250.000 toneladas anuales de biodiesel, lo que supondrá procesar cada año alrededor de 600.000 toneladas de semillas, la mayor parte de ellas de girasol, aunque también podrían usarse aceites de colza, soja o palma.

En principio no se prevén problemas para que la planta supere este trámite ambiental, toda vez que en el estudio anterior Medio Ambiente apuntó: "La elección de una tecnología avanzada permite que la práctica totalidad de la materia prima utilizada se transforme en biodiesel y subproductos como glicerina y fertilizante", con lo que apenas generaría residuos. Por ello, en aquella ocasión se consideró que no existía impacto ambiental severo, ya que el ocasionado era "ambientalmente asumible".