Nuevo acercamiento para salvar la Siderúrgica Balboa. La mayoría de los trabajadores decidieron ayer en una asamblea proponer a la empresa una mejora del plan de viabilidad para evitar el cierre anunciado para el próximo martes. Intentan así desatascar el diálogo en una semana crucial y reabrir la negociación inexistente desde que los empleados rechazaran el plan alternativo al ERE extintivo en la fábrica para sus 534 empleados.

La plantilla acepta ahora los 117 despidos incluidos en el plan de futuro y está dispuesta también a bajar sus salarios, pero pide a la empresa que mejore las condiciones de las salidas y suavice las rebajas salariales planteadas --de entre el 4% y el 25% --. Quieren mejoras para aceptar el plan de viabilidad que ya rechazaron hace un mes. "Lo que había no vale y la plantilla ha dicho que no volverá a votar el mismo plan porque ese ya se votó y se rechazó", señala Juan Méndez, presidente del comité de empresa.

La nueva asamblea, que sucede tras la presión ante la fecha de cierre, reunió ayer en el interior de la fábrica durante más de dos horas a la mayoría de los empleados, que quieren evitar a toda costa la caída de la industria. "Aquí nadie quiere que la empresa se cierre, por eso los compañeros hemos accedido a negociar unas condiciones laborales que consideramos razonables", indica Méndez, empleado de la siderúrgica desde hace 14 años.

En concreto, la plantilla pedirá esta tarde a la dirección de la empresa que los que abandonen la planta reciban una indemnización superior a los 30 días por año trabajado y un máximo de 18 mensualidades que recoge el primer plan descartado por la plantilla para incentivar que haya más bajas voluntarias. Mejorando los incentivos, el comité cree que habrá voluntarios suficientes para cubrir los 117 puestos que la empresa propone que desaparezcan. "Lo que queremos evitar así es que haya despidos traumáticos", avanza Méndez. Sobre las condiciones de salida destaca que las planteadas hasta ahora son las mismas que en el ERE de Corrugados Getafe, pero que en este caso los salarios eran superiores por lo que los trabajadores salieron en mejores condiciones, recuerda.

Una segunda pata de la propuesta que la plantilla lanzará hoy al Grupo Gallardo es suavizar las rebajas salariales para los más de 400 trabajadores que se quedarían en la siderúrgica. "Los salarios llevan tres años congelados y las condiciones dentro son muy duras, hay una sección que no libra ningún fin de semana, ni festivos, porque la electricidad es más barata esos días, y eso tenemos que intentar mejorarlo también". Méndez señala que sobre esta rebaja los empleados "no están muy convencidos" pero finalmente han accedido a negociar una bajada "razonable" con el fin de solucionar el conflicto laboral.

DEVOLVER LA ESPERANZA Estas medidas servirían para evitar el cierre y devolver la esperanza y el futuro al sector y a la planta de Jerez de los Caballeros. "Confiamos en que esto se arregle, por nuestra parte es lo que estamos intentando, pero dentro del razonamiento", dicen el comité. Esta mañana los representantes de los trabajadores (de CCOO, UGT y CSIF) se reunirán para perfilar la propuesta que llevarán por la tarde ante la dirección y lo que salga de este encuentro será trasladado posteriormente a una nueva asamblea, en la que los trabajadores tendrán que volver a decidir.

A la espera de la respuesta de la empresa, los trabajadores confían en que incluyendo estas mejoras al plan elaborado por el grupo la planta siga adelante, aunque mantienen su preocupación por la rebaja de la producción prevista, que será de 500.000 toneladas de un capacidad total de 1,3 millones de toneladas. De momento, la empresa ha parado su producción porque ha dejado de comprar materia prima y desde el pasado lunes la fábrica se mantiene abierta pero los trabajadores solo están realizando labores de mantenimiento, posibilitando así también la asistencia mayoritarios de los trabajadores a las últimas asambleas.

La reunión que volverá a sentar a las partes hoy, antes del último encuentro de la consulta del ERE previsto para el próximo lunes, día 18, es una demanda también de los principales líderes sindicales y políticos de la región. El presidente extremeño, José Antonio Monago, cuestionado ayer por este asunto, reiteró la necesidad de alcanzar un acuerdo y se mostró esperanzado, como todos, en que el conflicto laboral se solucione de la mejor manera.