Voluntarios llegados desde Extremadura y Galicia están mostrando su solidaridad con las zonas afectadas por los incendios el pasado verano. Durante los últimos fines de semana, la población hurdana de Pinofranqueado ha recibido la ayuda desinteresada de estos voluntarios para repoblar esta zona de Las Hurdes con especies autóctonas.

Cada día, más de 5.000 plantones de árboles pretenden ayudar a recuperar las centenares de hectáreas asoladas por el fuego. El último fin de semana los trabajos se realizaron en la zona del cruce de Avellanar, donde participaron miembros de la Escuela de Animación ´Natura 2000´, quienes plantaron un millar de árboles. "Hemos llegado ayer a última hora y hemos dormido en un local que tiene el ayuntamiento habilitado, con las primeras luces nos hemos puestos a plantar árboles, un par de personas por surco", explica el representante de un grupo de gallegos que participó durante 48 horas en estas labores en compañía del colectivo extremeño.

Por otro lado, varias asociaciones ecologistas y religiosas de Cáceres capital también participan en la repoblación. "Nunca pensamos que el daño del fuego fuera tan grande, estamos emocionado, vamos a trabajar todo el día al máximo para ayudar a recuperar esta zona", dice un miembro de la asociación católica de la iglesia de Guadalupe de Cáceres, unos jóvenes que se han costeado el viaje y la manuntención por su cuenta.

Sin embargo, las administraciones no han querido dejar solos a los voluntarios. Las direcciones generales de Medio Ambiente y Juventud de la Junta de Extremadura, en colaboración con el Ayuntamiento de Pinofranqueado, han ofrecido bocadillos, bebidas y colchonetas para todos aquellos que participan en estas tareas.

En un principio las repoblaciones con voluntario terminarán el próximo fin de semana, tras repoblar unas 100 hectáreas con más de 25.000 plantones.

"Estamos muy agradecidos de los cientos de voluntarios que están participando en las tareas, pero nos gustaría que el Estado se solidarizara más con nosotros con medidas económicas que paliaran los daños", dice el alcalde de Casar de Palomero, Eduardo Béjar.

En este sentido, el presidente de la mancomunidad, José Gonzalez de Cáceres, explica las presiones que está teniendo por parte de los vecinos para que se vendan las maderas, prohibido por ley.