«Se trata en realidad del mismo proyecto, dividido en cuatro distintos para que los requisitos y el examen del estudio de impacto ambiental sean más suaves». Es el argumento que esgrimen desde la plataforma cívica Sierra de Montánchez-Natura para la denuncia que van a hacer a la promotora que quiere instalar un parque eólico en el entorno de este municipio cacereño. La empresa Instituto de Energías Renovables pretende colocar 22 molinos en dos zonas de tal manera que en el nuevo paisaje resultante los aerogeneradores flanquearían al castillo de esta localidad.

El parque eólico, de 64 megavatios de potencia en total, estaría formado por Montánchez I y II, Alijares y Astorgano. Pero los molinos se agruparían en dos zonas: 15 por un lado y 7 por otro.

El proyecto no es nuevo, ya se lanzó en 2006 y hubo igualmente oposición. Pero ahora se ha vuelto a retomar y la polémica también ha regresado. Hasta tal punto que se presentaron 500 alegaciones (200 genéricas y 300 de personas directamente afectadas) contra este futuro parque eólico. «Calculamos que en febrero empezarán a responder a las alegaciones. Pero la información que hemos podido obtener es favorable a los intereses de la plataforma. Los proyectos son de tan poca calidad técnica, que es muy probable que no pasen la lupa de los técnicos encargados de la declaración de impacto ambiental», manifiesta Francisco Pulido, portavoz de esta iniciativa ciudadana que ha conseguido movilizar a gran parte del municipio.

La mayoría de los vecinos cree que el proyecto perjudicará al pueblo porque ahora la apuesta es el turismo rural y los aerogeneradores supondrían un gran impacto visual. Además defienden que los puestos de trabajo serían mínimos y que muchos empleados (personal especializado) vendrían de fuera. No obstante, hay otra parte de la población que ve en el proyecto una opción de futuro.