Ya se ha acabado?, preguntaba un niño a su padre cuando pasaba el autobús de la sala Barrocco que cerraba el desfile del carnaval cacereño. Seis grupos, mucha voluntad y sobre todo niños desfilaron ayer por las calles de Cáceres, desde la plaza de América a la plaza Mayor. Desfiló la comparsa de Sabor Mangurrino, los más tradicionales del carnaval, además de grupos que están formados por los scouts y los mayores del aula de la tercera edad de la Universidad Popular del ayuntamiento.

En poco más de 10 minutos se podía ver pasar a los participantes, que no llegaban a doscientas personas. El desfile estuvo precedido por la polémica, ya que inicialmente no entró en el programa de actos, aunque el ayuntamiento cambió su idea inicial y lo acabó incorporando al programa de carnaval. Al término del desfile estaba prevista la celebración de un gran baile con el concurso de traje de carnaval en la carpa de la plaza Mayor y el fallo y entrega de los premios.

Por su parte, la concejala de Dinamización, Promoción, y Juventud, María José Casado, valoró ayer, en un comunicado de prensa recogido por la agencia Europa Press, positivamente la respuesta que el público ha tenido con la asistencia "masiva" a la carpa de carnaval instalada en la plaza Mayor de la localidad.

En la nota, la concejala señala que está satisfecha, dado que "la esencia de la fiesta es la participación y la implicación de los cacereños en actividades". El primer carnaval del nuevo gobierno ha tratado de recuperar esta tradición, "perdida prácticamente" en los últimos doce años, se añade en la nota, y devolverla a la plaza Mayor. La concejala realizó un nuevo llamamiento para que los cacereños continúen participando del espíritu carnavalero con sus disfraces.

Para hoy está programada una fiesta infantil de disfraces que se celebrará a partir del mediodía en la carpa instalada en la plaza Mayor. Ya por la tarde, a partir de las cinco, está programada la fiesta de la tercera edad que se celebrará en la residencia-hogar de la avenida de Cervantes.