"Igual que se obtiene una prueba física en una inspección ocular para llegar a un agresor sexual podemos conseguir todas aquellas pistas virtuales cuando internet está detrás de un delito". Con esta frase el inspector Polo, responsable de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la brigada de la Policía Judicial de la comisaría de Mérida, quiere transmitir un mensaje de tranquilidad a la población en un momento en el que los delitos cometidos a través de internet o vinculados a la red son cada día más numerosos. Un proceso tecnológico completo del que "es mejor no dar muchos detalles". Esta unidad especializada siguió la pista del joven de 20 años detenido días atrás como presunto autor de una agresión sexual a una joven de Solana de los Barros, con la que contactó a través de la web.

Tranquilidad y alerta a la vez. "La población debe conocer que hoy en día se están utilizando las nuevas tecnologías para ganarse la confianza de una persona y llegar a agresiones sexuales, como está ocurriendo", avisa. Los correos electrónicos, la mensajería instantánea --messenger-- y las redes sociales que tan de moda están, constituyen una herramienta perfecta para que el delincuente pueda buscar la complicidad de su víctima y ganarse su confianza de forma anónima. "El acoso cibernético es otro de los casos que se están dando en la actualidad. Es conocido como grooming y consiste en que el delincuente, basándose en una relación de cierta confianza, consigue datos personales o imágenes comprometidas de su víctima, que luego el acosador utiliza para extorsionarla y amenzarla. Consigue relegar su voluntad y puede acabar en agresiones sexuales", explica el inspector.

Otros delitos

Pero estos contactos no derivan solo en agresiones, a través de internet se cometen una serie de tipos delictivos "como estafas a través de la revelación de secretos, usurpaciones de personalidad, obtención de contraseñas de manera fraudulenta, la venta de productos inexistentes, ofrecimiento de empleo falso, descargas ilegales de pornografía,..." y "también tratamos casos de injurias y calumnias a través de foros y medios digitales que desprestigian a otras personas, todo basado en la capacidad de anonimato". Todas estas infracciones están reguladas en el Código Penal y su castigo es el mismo, "lo único que varía es el medio de engaño", apunta.

Para prevenirlos es importante asegurar cada paso que damos en la web. Así lo explica el inspector: "cerciorarnos de que estamos utilizando páginas serias, que funcionan bien, comprobar las cuentas corrientes para hacer transacciones con seguridad; para evitar agresiones no debemos fiarnos de la primera persona que entra en nuestra intimidad, en nuestro domicilio a través de la ventana del ordenador y si tenemos la seguridad de que es una identidad que no está comprobada, no aportar datos de carácter personal que el día de mañana pueden ser utilizados contra nosotros y nos puedan ocasionar daños de todo tipo", avisa. También es importante controlar el uso que los menores hacen de internet colocando el ordenador en una habitación común y usando un software que restrinja el acceso a ciertos contenidos.

Todo para utilizar con seguridad una herramienta tan "válida" y extendida como internet, cuyas bondades utiliza en beneficio propio una pequeña parte de la población solo para hacer daño. "Pero hay que tranquilizar a la población", explica el inspector Polo. "Ahora mismo a nivel técnico, como se ha mostrado en el caso de Solana, contamos con agentes especializados en la materia tanto del Cuerpo Nacional de Policía como de la Guardia Civil. Podemos pillar a cualquier en cualquier sitio de internet. Tenemos la posibilidad de acceder a numerosas tecnologías, aunque a veces el delincuente intente enmascarar o entorpecer la labor policial, acudiendo a cibercafés o usando cualquier otro método. Para ello tenemos una lucha tecnológica constante entre las fuerzas del orden y los delincuentes, y diariamente se esclarecen muchos hechos propios de la delincuencia tecnológica".

Esta unidad lleva trabajando en Mérida un año y se completan con unidades en otras plantillas, como en la Jefatura Superior de Policía de Extremadura, además de la labor de la Brigada de Investigación Tecnológica, que desde hace años se encarga de los asuntos más especializados a nivel nacional.