Un mes después de actuar en Cáceres y Badajoz, la Policía Nacional ha conseguido desarticular a la banda organizada que ha perpetrado la mayor estafa bancaria en Extremadura. El pasado domingo tres hombres y una mujer eran detenidos en un céntrico hotel de cuatro estrellas de Badajoz acusados de ser los autores de las clonaciones de numerosas tarjetas de banco efectuadas en las dos capitales extremeñas, entre otras ciudades españolas, para posteriormente extraer dinero en cajeros automáticos, según informó ayer el cuerpo de seguridad.

Esta red, integrada por los ciudadanos moldavos Elena P., de 22 años, David A., de 31 años, y Jhon A., de 27 años, y el rumano Avran P., de 29 años, podría haber estafado durante el pasado mes de febrero a un centenar de extremeños, apropiándose de una suma que, según las denuncias presentadas, supera los 120.000 euros --las cantidades que extraían de los cajeros oscilaban entre los 900 y los 1.800 euros por cuenta--.

Aunque los golpes se efectuaron en cajeros de las ciudades de Cáceres y Badajoz, entre las denuncias realizadas ante la Policía Nacional --75 en Cáceres y 17 en Badajoz-- se encontraban también las de vecinos de localidades como Villanueva de la Serena, Coria, Trujillo o Montehermoso, entre otras.

EN LAS HABITACIONES Las detenciones se llevaron a cabo en el hotel, en el que los integrantes de esta banda se hallaban alojados en dos habitaciones. Según ha podido conocer este diario, los detenidos, que ayer se encontraban en prisión, estaban en Badajoz porque era el último lugar en el que operaban, ya que suelen permanecer un tiempo en la zona en la que dan los golpes.

Tras ser localizados, los policías pudieron detener a los tres varones, mientras que la mujer, que se encontraba en la otra habitación, al percatarse de la acción policial consiguió escapar huyendo con un maletín. Los agentes difundieron de inmediato los datos físicos de Elena P. a través de la emisora policial, siendo localizada a los pocos minutos con el maletín que portaba en una parada de autobús de la Plaza de la Victoria.

Los cuatro detenidos usan distintas documentaciones falsificadas, por lo que ha sido complicada su correcta identificación, según indican desde la policía. Además, dos de ellos se hacían pasar por noruegos, con documentación a nombre de ciudadanos del país nórdico, por lo que en todos los casos hubo que recurrir a las huellas dactilares y, a través de la Policía Científica, consultar con el banco nacional de huellas para establecer sus identidades reales.

EL MATERIAL En el registro de las habitaciones del hotel la policía encontró lectores de tarjetas con circuitos interiores, dispositivos con circuitos impresos, microcámaras con tarjetas de memoria en su interior, tarjetas de memoria de distintas capacidades y carcasas de cámaras fotográficas digitales. En cuanto al maletín que portaba la mujer, contenía un ordenador portátil con material considerado valioso para la investigación.

Fueron cinco las entidades bancarias --tres de ellas de Badajoz-- las que tuvieron instalados en sus cajeros los mecanismos para la lectura de los datos de tarjetas, así como cámaras de grabación mediante las que se visualizaban los números secretos de los clientes.

El material incautado ya ha sido enviado para su estudio a la Brigada de Investigación Tecnológica en Madrid, aunque en un primer análisis llevado a cabo en las propias dependencias de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Badajoz, entre los datos que figuran en las tarjetas de memoria se ha detectado la existencia de cientos de reseñas de tarjetas bancarias y sus correspondientes números secretos personales (PIN).

La información, indica la policía, será cruzada para conocer la implicación real de los detenidos en los delitos cometidos en toda España por el método de clonación de tarjetas y para saber si estaban en posesión de datos que les posibilitaran en un futuro próximo realizar nuevas extracciones de dinero o por el contrario si se encontraban preparando nuevos golpes.

Hasta Badajoz se han desplazado miembros de la Policía Judicial de Cáceres, por su presunta implicación en las estafas cometidas en la capital cacereña, así como agentes de otras comisarías del resto del país que investigan la conexión de estos delitos con los cometidos en otras zonas. Las extracciones de dinero de las tarjetas clonadas en Extremadura se realizaron en distintos puntos del país, principalmente en Leganés (Madrid) y Requena (Valencia).