El Estado portugués fue condenado a pagar 150 millones de euros al consorcio que ganó la obra para construir el tramo portugués del AVE Madrid-Lisboa, en el que figuraban las españolas Dragados e Iridium, y que posteriormente fue cancelada.

Según publica hoy el diario luso Público, el tribunal arbitral constituido para analizar el caso consideró que el Estado luso debía pagar al consorcio Elos "una parte sustancial" de la indemnización que le reclamaba, que ascendía a casi 170 millones de euros.

El Gobierno va a contestar la decisión y tiene previsto interponer un recurso al Tribunal Constitucional y un pedido de valoración al Tribunal de Cuentas.

En 2010, el Ejecutivo portugués liderado por el socialista José Sócrates asignó al consorcio Elos las obras para construir las infraestructuras del tramo en suelo luso de la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa, entre las localidades de Poceirão (afueras de Lisboa) y Caia (en la frontera con Badajoz).

Este consorcio estaba liderado por la constructora lusa Soares da Costa e integrado además por la concesionaria Iridium y la constructora Dragados (ambas filiales de la española ACS), la empresa portuguesa Brisa y la estadounidense Babcock Brown.

Dos años después y antes de que se iniciaran las obras, el Tribunal de Cuentas luso anuló el contrato por irregularidades y el Gobierno decidió cancelar el proyecto.

El consorcio Elos llegó a pedir una indemnización de casi 300 millones de euros por los costes soportados para preparar el proyecto, principalmente para acceder a la financiación, aunque redujo su petición a 170 millones tras llegar a un acuerdo con el anterior Gobierno en 2013.