El ministro portugués de Obras Públicas, Mario Lino, pedirá a su colega española, Magdalena Alvarez, la confirmación de que el plan de infraestructuras español no afectará a las tres horas pactadas para unir las capitales de Lisboa y Madrid por trenes de alta velocidad (TAV).

Según fuentes del ejecutivo luso, esa es la prioridad de Lino en una reunión con la titular española de Fomento antes de la cual declaró ayer a Efe: "No considero que estemos ahora en un ambiente de desacuerdo, sino más bien de análisis conjunto y coordinación de proyectos".

El propio Lino justificó que la reunión que ambos tendrán en Lisboa a media mañana del miércoles "servirá para analizar conjuntamente las implicaciones del plan estratégico de infraestructuras español en la línea ferroviaria de alta velocidad entre Lisboa y Madrid".

Pero matizó que se hará "en el marco del cumplimiento de los acuerdos entre Portugal y España" y aseguró que "no existe la menor interrupción de los planes de unión entre Portugal y España por alta velocidad".

"La cuestión que estamos analizando es la de garantizar la compatibilidad del plan estratégico de infraestructuras español con los acuerdos anteriormente establecidos", precisó el ministro luso, que también insistió en que "por ahora no se puede hablar de desacuerdo entre Madrid y Lisboa en la materia".

"Lo que interesa es trabajar conjuntamente para hacer compatibles las soluciones adoptadas por cada país", añadió.

Mario Lino declaró que está convencido de que "todas las cuestiones que surjan y que eventualmente puedan poner en causa los acuerdos alcanzados sin duda serán superadas en el marco de las buenas relaciones existentes entre los dos países".

La concepción como corredor mixto de la línea de alta velocidad entre las dos capitales ibéricas, incluida en el plan español de infraestructuras diseñado por el Gobierno socialista de Madrid, introdujo un elemento de preocupación para la parte portuguesa. Se teme que el aumento de los tiempos de recorrido para el uso del tendido de alta velocidad luso-español incumpla los acuerdos pactados en el 2003.