Portugal quiere reforzar los controles fronterizos con España, a raíz del resultado de la suspensión del Tratado de Schengen del 26 de mayo al 4 de julio, por la Eurocopa de Fútbol y el Festival Rock in Río, periodo en el que se impidió la entrada por fronteras españolas a 5.357 extranjeros, de los que 2.262 intentaron pasar desde Extremadura.

Así, Portugal propondrá una mayor vigilancia de la frontera común, en una reunión que se celebrará en otoño próximo, según Gabriel Catarino, director del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) luso. Según Catarino, la suspensión temporal del libre tránsito puso en evidencia el tráfico ilegal de personas a través de la frontera terrestre.

"Tenemos que reforzar de forma permanente las patrullas móviles para controlar las fronteras, en coordinación con las autoridades españolas", pues algunas personas fueron rechazadas por presentar pasaportes falsos, dijo Catarino.

A su juicio, es evidente el aumento del tráfico de inmigrantes ilegales, además de que el control de fronteras durante ese tiempo permitió descubrir cargamentos de drogas en Caya, Badajoz, y Caminha, en el norte. El SEF, dijo, estudia las lecciones aprendidas durante la suspensión temporal del libre paso de fronteras, pues se detuvo a personas sobre quienes pesaban mandatos internacionales.

Para Catarino, la coordinación con las autoridades españolas resulta "fundamental" para controlar el flujo de inmigrantes ilegales y otras actividades ilícitas.

La Jefatura Superior de Policía en Extremadura, por su parte, manifestó a EL PERIODICO que no se ha recibido información sobre esta medida. "Se tratará en una reunión con la Comisaría General de Extranjería y Documentación", señalaron.

No obstante, dichas fuentes manifestaron que "es normal que en Portugal saquen conclusiones. Aquí, durante el tiempo que se suspendió el Tratado de Schengen por la boda del Príncipe Felipe, del 15 al 23 de mayo, se impidió el paso desde Portugal a 949 personas por problemas con la documentación" en Caya y Valencia de Alcántara. Hubo dos detenidos, uno con una orden internacional de busca y captura y otro por llevar documentos falsos. Para la policía extremeña, la postura portuguesa trata de "aprender de los errores y de la realidad".