El gobierno portugués ha emitido por fin sus alegaciones al proyecto de construcción de la refinería proyectada en Los Santos de Maimona, promovida por el industrial Alfonso Gallardo, a unos 50 kilómetros de la frontera con el país vecino. De los informes elaborados por las autoridades lusas se desprende cierto temor a que la planta pueda degradar la calidad del agua de la cuenca del Guadiana.

Sin embargo, no se llama la atención sobre las consecuencias negativas en la conservación de la naturaleza o la calidad del aire, aunque desconfían del tratamiento de los fluidos industriales y sugieren el uso de "sistemas de tratamiento avanzados" o su descarga fuera de la cuenca del Guadiana, según informa Efe, citando fuentes del ejecutivo luso.

Las alegaciones portuguesas al mayor proyecto industrial en Extremadura se recogen en dos informes elaborados por la Agencia Portuguesa del Ambiente, de 8 páginas, y por una Comisión de Evaluación, de 37. Esta documentación fue enviada ayer mismo al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, encargado de emitir la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto.

Ambos documentos señalan las posibles consecuencias negativas de la refinería para Portugal y dicen que no se han tenido en cuenta factores como un "análisis estratégico de las reservas del mercado ibérico de energía" o el "impacto acumulativo" de otras instalaciones próximas. Sobre la calidad del agua, Portugal alerta sobre "impactos negativos muy significativos, con probabilidades de afectar también territorio portugués concretamente la laguna de Alqueva e incluso el río Guadiana". Según la Comisión de Evaluación. Puede existir "serio riesgo" para las calificaciones ecológicas y la calidad de esas masas de agua tanto en superficie como subterráneas.

El informe señala que no se han previsto las posibles consecuencias de "derrames accidentales graves de substancias peligrosas" y estos deben ser prevenirse de acuerdo con los protocolos de actuación transfronteriza. El informe de la Agencia del Ambiente incide en estos mismos aspectos y se refiere también a las posibles consecuencias socioeconómicas que el proyecto podría provocar en el país luso.

El ministro portugués de Ambiente, Francisco Nunes Correia, declaró a los periodistas que los informes son una llamada de "atención" sobre las posibles consecuencias del proyecto en materia de "calidad del agua y escenarios de riesgo, de accidente".

PASO ESPERADO El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, durante una comparecencia en Mérida con motivo de la visita del ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, fue el primero en referirse a la emisión de estos informes. Sin dar muestras de conocer el signo de la evaluación portuguesa, se mostró satisfecho por el hecho de que se haya dado un paso más en la tramitación del proyecto. Con ello, "se cumple un plazo más que estábamos esperando" y "con ese informe España tendrá un argumento más para poder proceder a la declaración de impacto ambiental de acuerdo con la que sea la decisión final que el Gobierno adopte", comentó.

"Me satisface que estas cosas funcionen", comentó al referirse a que los portugueses han emitido sus informes después de cumplir con todos los plazos habilitados de exposición pública.