La sanidad publica extremeña mejora su posición relativa en el ranking de comunidades autónomas por vez primera en los últimos cuatro años --la anterior ocasión fue en el 2012--, de acuerdo al estudio realizado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Este informe, que se viene publicando desde el 2004, utiliza casi una treintena de parámetros, como el gasto sanitario per cápita, las ratios por habitantes de camas, médicos y quirófanos, o la valoración de los ciudadanos.

En conjunto, Extremadura mejora siete posiciones, lo que le lleva de ocupar el decimocuarto lugar al séptimo, protagonizando así, junto a Castilla-La Mancha, uno de los dos ascensos más llamativos entre todas las autonomías. Aun así, se está lejos aún del primer puesto que ocupaba la región en el 2009.

El objetivo de este trabajo es evaluar las diferencias entre los distintos sistemas sanitarios autonómicos. No obstante, la FADSP incide en que los problemas en todo el Sistema Nacional de Salud son "generalizados" tras la "agresión continuada" que han supuesto los recortes acometidos desde el 2009. Este informe lo que hace es, se precisa, establecer una comparación entre la posición relativa de las diferentes autonomías si bien en todas ellas ha "empeorado" la situación. Ejemplos de ello, se argumenta, son que la proporción de personas que señalan que el sistema sanitario funciona bien o bastante bien ha pasado del 73,8% en el 2010 al 63,7% en el 2015, o que quienes piensan que las listas de espera fueron a peor en el último año ha aumentado del 13,1% en el 2009 al 33,3% en el 2015. También se destaca que el estudio se elabora "con datos de 2014 y 2015 y solo alguno de 2016, de manera que reflejan mayoritariamente los resultados de las políticas sanitarias de los gobiernos anteriores a las últimas elecciones autonómicas".

En función de todos los parámetros que se consideran es posible obtener una puntuación máxima de 106 y una mínima de 26. La media obtenida por las autonomías es de 65,7, ligeramente inferior a la nota de Extremadura, que es de 68. Este valor la sitúa entre las comunidades con "sistemas sanitarios regulares". Las comunidades con mejores puntuaciones son Navarra (83); Aragón (82); País Vasco (82) y Castilla y León (73). Y las que peor paradas salen son Valencia (46); Canarias (49); Murcia (55) y Cataluña (55). "La diferencia entre comunidades es claramente excesiva", se afirma.

DISPARIDAD DE RECURSOS El estudio pone de relieve las importantes desigualdades que existen entre las regiones en materia de financiación y recursos sanitarios. Así, en el capítulo relativo al presupuesto sanitario la horquilla de valores oscila desde los 1.587 euros de Asturias, los 1581 del País Vasco, y los 1.551 de Navarra, las tres autonomías que más invierten, hasta los 1.133 euros de Cataluña y los 1.048 de Andalucía, las que menos. De esta forma, el diferencial es de más del 50% entre la primera y la última del listado. Aquí Extremadura aparece como la cuarta comunidad con un gasto más elevado, con 1.395 euros.

En el apartado de recursos, la FADSP tiene en cuenta tanto los de carácter humano como los materiales. En relación a los primeros, la región presenta ratios superiores a la media en atención primaria, con 0,85 médicos por cada mil habitantes, el tercer mejor registro, y 0,84 profesionales de enfermería, el segundo. Sin embargo, son menores en atención especializada, con 1,72 médicos por mil habitantes, cuarto peor dato a la par que el de Castilla-La Mancha, y 2,76 enfermeros, tercero por la cola.

Por lo que respecta a los medios materiales, Extremadura cuenta con 3,51 camas por cada 1.000 habitantes, una ratio que solo superan Aragón y Cataluña, y 10,1 quirófanos por cada cien mil habitantes, la cuarta cifra más elevada. Los quirófanos extremeños están, además, entre los menos saturados, con 920 intervenciones anuales de media en cada uno de ellos, lejos de las 1.356 que se efectúan en Cataluña.