La responsable de Transportes del PP de Extremadura, Teresa Bravo, exigió ayer a la Junta que "abandone sus vacaciones" y trabaje para "solucionar" los problemas de transporte ferroviario que, a su juicio, aquejan a los extremeños, en concreto con la renovación de un convenio con Renfe. Bravo achacó a las deficiencias de calidad en la atención a los usuarios que el próximo mes de septiembre Renfe pueda suprimir diversos servicios en la región por problemas internos o la falta de demanda del servicio. Añadió que ayer comenzó la segunda fase de huelga de los interventores de Renfe y que "hay suprimidos cinco trenes".

Asimismo, afirmó que su partido está "preocupado" por la "dejadez y falta de compromiso" del Gobierno central, y especialmente por la "amenaza de cierre" de servicios del tren convencional en la región.

Por su parte, el Gobierno regional quiso dejar claro su compromiso por el tren como una alternativa de transporte en Extremadura. El Ejecutivo asegura que está a la espera de que el Ministerio de Fomento publique sus estudios sobre las líneas ferroviarias menos utilizadas del país y conocer si afecta en algo a la región para poder pronunciarse.