Cuatro palabras son las que separan al nuevo Estatuto de Autonomía de Extremadura --que debe sustituir al actual, vigente desde 1983-- de su aprobación. Es al menos lo que asegura el presidente regional del Partido Popular, José Antonio Monago, que ayer condicionó el apoyo de su partido a la nueva norma a que esta incluya la obligación de basar en informes técnicos la política de gestión del agua en la comunidad autónoma y solicitó al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, una reunión para consensuar este asunto.

Así lo anunció ayer Monago en la rueda de prensa celebrada en Mérida, como cada lunes, para dar cuenta de los acuerdos del comité de dirección del partido. En su intervención, desvinculó el apoyo del PP al futuro Estatuto del informe sobre la viabilidad de Valdecañas antes de un hipotético trasvase a Murcia --como afirmó la semana pasada--, si bien en realidad amplió esta exigencia a toda la política de agua en Extremadura.

Sobre el asunto de Valdecañas, que en los últimos días ha generado mucha polémica en Extremadura, el dirigente popular consideró que se han conseguido los objetivos perseguidos: por un lado, destapar "una forma de hacer política que puede perjudicar a Extremadura" y que Monago sintetizó como "hablar sin informes" y, por otro, conseguir que el Gobierno extremeños reaccione "al menos creando el Consejo Asesor del Agua".

Tras reiterar que en este ámbito solo mantiene la postura de "la mayoría de los ciudadanos", es decir, que "antes de ofrecer, hay que saber si hay algo que ofrecer" o "dar de lo que nos sobre, no de lo que nos puede hacer falta", el presidente del PP confirmó que mantendrá la iniciativa parlamentaria en la que piden un informe técnico sobre la viabilidad de Valdecañas. En este sentido, destacó su respeto a "la posición del PSOE y a lo que pueda votar", recalcando que si no apoyan la propuesta del PP, tendrán que explicar por qué, pero augurando que eso no ocurrirá.

"LO QUE NOS DIFERENCIA" Tan convencido está de ello Monago que no dudó en afirmar que lo que diferencia al PSOE y al PP de Extremadura "son cuatro palabras", en concreto: "confirmado mediante informe técnico". Añadiendo este apunte al artículo del futuro Estatuto (aún en fase de negociación) que regulará el uso y la distribución del agua en Extremadura, los populares pretenden asegurar que la gestión del agua en la región se basará, aparte de en las directrices que marca la ley, en estudios rigurosos que garanticen que --como ya propone el borrador-- no se menoscabará la calidad de vida de los extremeños y el desarrollo económico presente y futuro de la comunidad.

Para el PSOE de Extremadura, sin embargo, esta puntualización es "una obviedad". Esa es la valoración que hizo ayer su portavoz, Ascensión Murillo, que criticó que el líder popular esté más preocupado en protagonizar titulares en los medios de comunicación que en otra cosa y le instó a solicitar formalmente una reunión con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, si considera preciso debatir esta cuestión.

Para Murillo, atender a la petición de Monago sería "redundar" porque, según declaró, la ley de agua ya marca las prioridades (primero, consumo humano, después agricultura y posteriormente riegos y usos industriales...) y los informes ya están asegurados por el Consejo Asesor del Agua que, aunque aún no está constituido, avanzó que previsiblemente emitirá dictámenes y asesorar al Gobierno extremeño, aparte de que recordó que las decisiones finales también dependerán del Ejecutivo central.

Más allá de estas consideraciones, Murillo resumió la actuación del PP de Extremadura sobre la política de agua de la siguiente forma: "Hubo un farol y ahora no saben cómo salir del jardín en el que se han metido". Por su parte, el presidente de la Junta rechazó ayer valorar las declaraciones de José Antonio Monago y no adelantó si la reunión solicitada por este se materializará .