El diputado del PP José Angel Sánchez Juliá denunció ayer que Extremadura ha pasado de tener la cuarta mejor nota del país, un 6,7, en valoración de la aplicación de la Ley de la Dependencia, a suspender con un 3,5, en tan solo ocho meses de gobierno socialista al frente de la Junta.

Sánchez Juliá mostró la "absoluta preocupación" de su grupo por la evolución de la situación de la dependencia en Extremadura desde que gobierna Guillermo Fernández Vara. A su juicio, los datos constatan que desde entonces la ley de la dependencia en la región ha sufrido "no solo una paralización, sino un retroceso", con un incremento de las listas de espera y un estancamiento y disminución de las prestaciones y servicios. Esto se pone de manifiesto en el informe del Observatorio de la Dependencia, que refleja, según el diputado popular, que "Extremadura ha vuelto a suspender después de cuatro años en los que iba a aprobando".

José Angel Sánchez Juliá se refirió también a los datos que publica el Ministerio de Sanidad y que ponen de relieve que, a fecha de 31 de enero del 2016, hay 12.149 extremeños esperando a recibir sus prestaciones de la dependencia, lo que supone 105 más que a cierre del 2015.

Asimismo, el informe de Sanidad señala que Extremadura se sitúa dos puntos y medio por encima de la media española con respecto a listas de espera en este ámbito, cuando el pasado mes de mayo este diferencial era de cinco puntos por debajo de la media española, según el diputado popular. Sánchez Juliá explicó que en la comunidad autónoma ahora mismo hay 4.932 dependientes que están esperando a ser valorados, lo que supone un incremento en siete meses de tres puntos.

En esa misma línea, denunció también que el sistema de la dependencia en la región ha perdido en tan sólo el mes de enero 155 beneficiarios, lo que ha considerado especialmente "alarmante" cuando hay "10.500 dependientes de grado uno esperando a ser incorporados para recibir sus prestaciones y ser beneficiarios de ellas".