La sanidad centró ayer la polémica en el ámbito político regional tras el balance negativo que la diputada del Grupo Parlamentario Popular Teresa Angulo realizó sobre la situación de este ámbito en Extremadura tras los ocho primeros meses de Gobierno de Fernández Vara. Ante estas declaraciones, la Junta lanzó un comunicado en el que se mostró "moderadamente satisfecha" por su gestión sanitaria.

En rueda de prensa, Angulo reclamó la adopción de medidas para resolver los "serios" problemas que afectan a la sanidad extremeña, como las listas de espera, así como el cumplimiento de compromisos como la habitación individual. Asimismo, comentó que la relación entre la Consejería de Sanidad y los profesionales sanitarios también es "insostenible", y que incluso los sindicatos médicos barajan la posibilidad de convocar una huelga en protesta por el incumplimiento de los compromisos adquiridos por la administración al final de la pasada legislatura.

El PP reconoce que se han producido ciertas mejoras en la sanidad extremeña en los últimos años, pero advierten que la situación no es "tan magnífica como Vara nos quiere hacer creer". Por su parte, la Junta se mostró, a través de un comunicado, "moderadamente satisfecha" con su gestión en materia sanitaria.

El Ejecutivo extremeño señaló que las transferencias en materia sanitaria a Extremadura se produjeron el 1 de enero de 2002, siendo gestionada la Sanidad en Extremadura, por lo que "difícilmente" podía haber acometido las obras de construcción de habitación individual antes.