El portavoz del Grupo Popular en el Parlamento extremeño, Javier Casado, avanzó ayer cuáles serán las bases del trabajo de los populares durante los próximos meses una vez que hoy mismo comienza el nuevo periodo de sesiones de la Asamblea.

Este trabajo se desarrollará en tres líneas: vigilar el cumplimiento de las promesas realizadas tanto por el PSOE como por la Junta; rechazar las "agresiones" del Gobierno central hacia la región y "denunciar sus olvidos"; y presentar "propuestas en positivo".

En esta línea el PP está estudiando llevar a cabo nuevas inauguraciones simbólicas de los tramos de la A-66 (Autovía de la Plata) que acumulan importantes retrasos. Esto podría extenderse también a la puesta de la primera piedra del AVE, apuntó en tono irónico. Por lo que se refiere a la A-66, indicó que "parece" que el Ministerio de Fomento está diseñando sus actuaciones en los diferentes tramos para inaugurar de una sola vez toda la autovía entre Cáceres y la provincia de Badajoz, algo que considera criticable.

Cara a los próximos meses, Javier Casado insistió en que el Partido Popular se mostrará "implacable" con el control del gasto público y pretende convertirse "en una mosca cojonera" del Ejecutivo en cuanto al nivel de cumplimiento de sus promesas. Otro objetivo es el de transmitir a los ciudadanos que el actual Gobierno regional "está enfermo y agotado". Así, declaró que la actividad de la Junta "no se entiende sin su presidente, y si su actividad política desciende la Junta se ralentiza".

Estas frases provocaron la reacción del vicepresidente, Ignacio Sánchez Amor, que reclamó al PP que "no siga manoseando la situación de salud del presidente". Esto "pasa cualquier límite de la política y de la más mínima educación", dijo a Efe, y además, "está perfectamente de salud".