La portavoz regional del Partido Popular, Francisca Rosa, exigió ayer al presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo, que defienda los intereses de la región y no los suyos "particulares" en el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que ha presentado Liberbank, del que forma parte la entidad extremeña.

Según la dirigente popular, Bravo, que también es vicepresidente de Liberbank y al que calificó como "un directivo político" ya que, argumentó, fue nombrado presidente de Caja Extremadura por el entonces máximo responsable de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y por CCOO, debe trabajar para que los trabajadores extremeños no sean perjudicados.

Desde las filas populares se reclama que se "suavicen" los efectos del ERTE y, en este sentido, Rosa indicó que los populares apoyan a la plantilla de esta entidad financiera, una labor a la que invitan a sumarse al resto de partidos políticos.

Por su parte, la diputada socialista en la Asamblea de Extremadura, Isabel Gil Rosiña, trasladó ayer la "solidaridad" y "compromiso" de su partido con los trabajadores de Liberbank y confió en que este conflicto laboral pueda tener "un final medianamente feliz como sucedió con Caja Badajoz".