Las nuevas críticas del diputado catalán Josep Antoni Durán i Lleida al subsidio agrario y al Plan de Empleo Rural (PER) lograron ayer poner de acuerdo a las tres formaciones políticas con representación en la Asamblea de Extremadura. PP, PSOE e IU, así como la Junta, reaccionaron con dureza a las palabras del dirigente de Convergencia i Unió (CiU), que durante los últimos días ha abogado por la supresión de estas ayudas estatales a los ciudadanos extremeños y andaluces.

El presidente de la Junta, José Antonio Monago, replicó a Durán i Lleida que Cataluña también se beneficia de este tipo de subsidio, porque recibe importantes ayudas a su industria del motor (60 millones este año en subvenciones directas). Además, recordó que todos los españoles pagan con los presupuestos generales del Estado las importantes inversiones que recibe esa comunidad autónoma, especialmente tras la aprobación del nuevo Estatuto de Cataluña.

El presidente de la Asamblea y secretario general del PP en la región, Fernando Manzano, respondió que muchos de los extremeños que necesitan el PER estarían encantados de trabajar en una de las fábricas catalanas que el Estado apoyó con unas ayudas que otras comunidades, entre ellas la extremeña, también hubieran deseado recibir.

La portavoz del PSOE de Extremadura, Ascensión Murillo, opinó que Durán i Lleida "actúa de mala fe contra los sectores más débiles, contra los jornaleros andaluces y los extremeños, para tapar el ataque brutal (del Gobierno de CiU) a la sanidad en Cataluña". Además, consideró que su discurso responde a intereses electoralistas para conseguir votos entre los ciudadanos nacionalistas.

Más contundente fue el coordinador regional de IU, Pedro Escobar, que calificó al dirigente catalán como "el ilustre cateto del parlamento español". A su juicio, el político catalán se muestra como "profundamente insolidario y oportunista y un punto de ignorante", además de demostrar un "desconocimiento profundo de la realidad extremeña y andaluza".