El PP de Extremadura ha mostrado nuevamente su oposición a los exámenes extraordinarios en junio para los alumnos de Educación Secundaria, además de criticar que esta cuestión se haya obviado en el debate educativo. El secretario general del PP extremeño y portavoz de Educación, César Díez Solís, ha vuelto a exigir "cambios sustanciales" en el proceso de evaluación final en ESO, "para que no se vean perjudicados los 57.000 alumnos que cursan esa etapa educativa".

Díez Solís explica que la experiencia acumulada desde el curso 2003-04 "muestra bien a las claras" que los exámenes de junio han perjudicado a los alumnos que van mal durante el curso, ya que "se han visto impotentes para recuperar las materias o asignaturas no aprobadas tras los procesos de evaluación ordinarios".

Estos exámenes, a juicio del diputado popular, también son perjudiciales para los alumnos que no tienen que recuperar asignaturas, pues "en muchos casos se marchan a casa en la primera semana de junio porque los profesores, ocupados en atender la recuperación de los grupos heterogéneos, no pueden prestarles la atención necesaria".

En ese sentido, el parlamentario popular se preguntó "quién se hace responsable de la pérdida de un mes de clases y del recorte en las programaciones".

Desde el PP se insta a la Junta para que antes de planificar el final de curso y el proceso de evaluación sean consultados los Consejos Escolares de cada instituto, entre cuyas funciones está la de formular propuestas al equipo directivo sobre la programación anual de cada centro.

Los populares consideran que "debe ser este órgano colegiado quién se pronuncie sobre la fecha de realización de los exámenes extraordinarios contemplados en la LOCE, todavía en vigor, en junio o septiembre, decisión que sería respetada por la Consejería, como ocurre en otras comunidades autónomas".