El embalse que abastece a la ciudad de Badajoz, Peña del Aguila, sobrepasó en la tarde de ayer el límite de su capacidad, 131 hectómetros cúbicos, y comenzó a desembalsar de forma natural sin necesidad de abrir compuertas, como sí ocurrió en el Guadiloba, en Cáceres.

La presa de la que se nutren los cacereños volvió a aliviar agua ayer tras un otro día de lluvia. El aliviadero lateral del pantano del Guadiloba, volvió a abrirse anoche, a las ocho y media de la tarde, después de que durante todo el día de ayer se hubiesen interrumpido los desembalses tras dos jornadas vertiendo. Desde el lunes a primera hora de la tarde y hasta las diez de la noche del martes se habían aliviado 3,8 hectómetros cúbicos.

Ayer se preveía que las precipitaciones iban a ser mayores, aunque, tras toda la jornada con las compuertas cerradas, se volvieron a abrir para regular la cuenca y mantener la presa en una cota de seguridad, en torno al 93% de su capacidad. Anoche se abrió la compuerta lateral completa, por donde pueden salir hasta 60 metros cúbicos por segundo.

Para hoy no se esperan precipitaciones a pesar de que continúa la alerta amarilla (riesgo) en la región, pero en esta ocasión por fuertes vientos. Una situación que afectará concretamente al norte de Cáceres, las zonas de Villuercas y Montánchez y el sur de Badajoz, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

A nivel nacional 47 provincias permanecen hoy en alerta por viento, lluvia, oleaje y nieve, en una jornada en la que se esperan precipitaciones fuertes en Baleares y rachas de viento muy fuerte en zonas de la mitad oriental peninsular y en el archipiélago balear. También se activa la alerta amarilla por nevadas en Castilla y León, Aragón, Cantabria, Asturias. La cota de nieve se situará entre los 900 y los 1.500 metros en la mitad norte.