Tras un 2017 de sequía, las reservas de agua extremeñas de la cuenca del Tajo han bajado un 11%, mientras que las del Guadiana lo han hecho un 15%.

A cierre de ejercicio, las presas del Tajo almacenan 3.018 hectómetros cúbicos, el 47% de su capacidad frente al 56% de hace 12 meses. Por su parte, los embalses del Guadiana acogen 3.439 hectómetros cúbicos, el 42%, cuando en 2017 estaban al 57%. Así se refleja en los datos facilitados esta semana por las confederaciones hidrográficas. En su conjunto, las dos cuencas que abastecen a Extremadura están al 47,7% de su capacidad, que es de 20.417 hectómetros cúbicos, ya que almacenan 8.258. Hace un año estaban al 52,8%.

El pantano extremeño de la cuenca del Tajo que tiene una mayor cantidad de agua embalsada es el de Alcántara, con 1.556 hectómetros cúbicos, el 49% de su capacidad. Le siguen Valdecañas, también al 49%; Gabriel y Galán (21%); Cedillo (93%) y Torrejón (88%). Por el contrario, los que cuentan con menores reservas son los de Salor, al 14%; Portaje (39%), Guijo de Granadilla (79%) y Cáceres-Guadiloba (35%).

Respecto a los pantanos de la cuenca del Guadiana, los que cuentan con una mayor cantidad de agua son La Serena, al 37,5%, Cíjara (35,1%), Orellana (64,9%) y García de Sola (39,2%. En el lado contrario se sitúan los embalses de Tentudía (41%), Cornalvo (6,1%), Proserpina (74,4%) y Cubilar (45,7%).