El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), Julio Márquez de Prado, recibe la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort de la mano del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, que asegura que esta distinción se le concede "en honor a la verdad".

Según informa la agencia Europa Press, Márquez de Prado (Badajoz, 26 de junio de 1948), aprovecha su discurso para recordar a muchos de los compañeros con los que ha trabajado durante estos casi 38 años de carrera judicial entre los que menciona a Julio Fernández de Santa María, padre del actual presidente de la Junta de Extremadura, y al que conoció cuando desempeñaba su labor como presidente de la Audiencia Provincial de Córdoba.

Además, dedica el galardón a todos los jueces y les recuerda que "la vocación es la mejor aliada para ejercer la profesión", aprovecha que en los últimos años se vislumbre una "crisis vocacional". En este sentido, añade que él ha intentado desarrollar su trabajo con "honestidad" y aplicar las leyes con "sentido común" porque "las leyes están hechas por personas con sentido común, o al menos los de antes".

Por su pare, Carlos Dívar destaca sus orígenes en la carrera judicial y su primer destino en Castuera, donde estuvo cinco años en los que recorrió toda la región para conocer sus monumentos, sus paisajes y sus gentes. "Me dijeron que Extremadura era la gran desconocida y yo quise conocerla".

Dívar indica que la distinción que se le ha otorgado a Márquez de Prado ha sido "en honor a la verdad" y no por su dilatada carrera, tal y como el presidente del TSJEx había sugerido en sus palabras.

El presidente del CGPJ aprovecha el e acto para rendir un homenaje a todos los jueces españoles que son "competentes" y "honestos" y que trabajan con "serenidad" para "dar la razón a quien la tiene".

"El juez debe ser razonable, responsable y libre", al tiempo que ha realizado un ejercicio de autocrítica reconociendo que "hace falta un poco de humildad" y que ésta "no está tanto en las palabras como en los hechos".

"Ser justos supone un esfuerzo, un valor y una decisión y no podemos ser jueces ni justiciables sin ser antes nosotros justos", recalca.

Juan Carlos Rodríguez Ibarra

Al comienzo de su intervención cuando ha realizado los saludos protocolarios se ha referido al ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que estaba en la sala, del que ha dicho que "siempre es una voz sincera en momentos oportunos y a veces no tan oportunos, pero siempre una voz sincera".

Además de Ibarra, estaban también presentes el actual presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara; la delegada del Gobierno, Carmen Pereira; las alcaldesas saliente y entrante de Cáceres, Carmen Heras, y Elena Nevado; el presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, Juan Andrés Tovar; el rector de la UEx, Segundo Píriz; así como el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, que ha ocupado el asiento al lado de Ibarra con el que ha hablado de forma distendida y amigable.

En la sala se encontraban también varios vocales del CGPJ, magistrados del Tribunal Supremo, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, magistrados, jueces, fiscales de otro órganos judiciales y numerosas personalidades del mundo de diversa índole que han querido acompañar a Márquez de Prado en este día.

El encargado de realizar la 'laudatio' del galardonado ha sido el presidente de la Sala Contencioso-Administrativo del TSJEx, Wenceslao Olea, que ha desglosado el currículum de Márquez de Prado, del que ha dicho que "es un hombre de derecho". En su discurso ha hecho un repaso por su labor desde su primer destino en el juzgado de 1 Instancia e Instrucción de Pozoblanco (Córdoba), a donde llegó en 1974, hasta su nombramiento como presidente del TSJEx, cargo que ocupa desde enero de 2004.