El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y su homóloga andaluza, Susana Díaz, han aseverado hoy que la firma que explota la mina de Aguablanca "no tiene motivos" para cerrarla, y han instado a la Administración central a "arrimar el hombro" para evitar 400 despidos.

"No me creo que en agosto del pasado año fuera rentable y ahora no", ha incidido Díaz, al tiempo que Fernández Vara ha adelantado que un informe que hoy presentará la Junta de Extremadura al Ministerio rebate los motivos alegados por la empresa para justificar el cierre de la mina.

Ambos presidentes autonómicos, que hoy han visitado a los mineros encerrados en Monesterio (Badajoz), se han mostrado tajantes a la hora de criticar la actitud "insolidaria y sin corazón", ha dicho Díaz, de la multinacional que explota la mina de níquel.

Entre aplausos y cantando la canción de "Santa Bárbara Bendita", también conocida como "En el pozo María Luisa", los trabajadores han recibido a Díaz y Fernández Vara, que les han respondido con saludos ante la atenta mirada de familiares y vecinos.

"Aguablanca no se cierra" han coreado los empleados, que desde hace veinte días mantienen un encierro rotatorio en la sede de la Mancomunidad de Tentudía, a escasos metros del Ayuntamiento de Monesterio, para denunciar el cierre de la mina.

Este mediodía está prevista una reunión de los responsables de Lundin Mining (Río Narcea), la empresa que explota la mina, con el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, y el consejero extremeño de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro.

En dicha reunión, según ha aseverado Vara, "vamos a presentar un informe en el que se rebaten los motivos alegados por la empresa para cerrar".

Río Narcea comunicó por carta el pasado 28 de enero a los empleados la puesta en marcha de un ERE, cuya ejecución supondría la pérdida de empleo para 400 trabajadores, entre directos e indirectos, de los que un 60% son andaluces.

"Esto es una verdadera injusticia", ha dicho Vara, quien ha añadido que ambos gobiernos autonómicos "lucharán con todas las fuerzas" para evitar el cierre de Aguablanca. "Haremos lo que haga falta y lucharemos hasta el final", ha agregado Susana Díaz, quien considera que la empresa "tiene otros intereses, en otros lugares, pero eso no tienen que pagarlo los trabajadores".

En opinión de la presidenta andaluza, "la minería tiene esperanza y futuro", pero para ello, según ha agregado, "hay que exigir a las empresas que vienen a hacer negocio con nuestro subsuelo a que presenten avales sociales".

"La empresa ha hecho negocio, pero no puede arbitrariamente cerrar, marcharse y romper los sueños de los trabajadores", ha apuntado Díaz, quien ha abogado por una minería moderna, sostenible y con responsabilidad social.

Tanto Fernández Vara como la presidenta andaluza han pedido al Gobierno central que "arrime el hombro" y que "deje al margen otras cuestiones", en alusión a la situación política del país.

En este sentido, el alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, que ha mantenido un encuentro previo con ambos presidentes autonómicos, ha afirmado que "estar en funciones -en referencia al Gobierno central- no significa estar de vacaciones".

"Esta causa y esta lucha también es nuestra", ha afirmado Vara, quien ha criticado que la empresa "no haya movido" pieza en este conflicto laboral.

Hasta la fecha, los trabajadores de la mina, arropados por vecinos de los municipios pacenses y andaluces donde residen, han protagonizado dos marchas reivindicativas, una en Badajoz ante la Delegación del Gobierno, y la segunda, que reunió a cientos personas, ante la sede del Ministerio de Industria.

La empresa ya ha reiterado que su decisión de poner fin a las operaciones de explotación de la mina Aguablanca "no tiene marcha atrás", aunque mantiene su disposición al diálogo en el marco del ERE presentado.