Acaban de regresar de Kenia y ya está cada uno en su hospital. Ana Gloria Pizarro, anestesista, trabaja en el Gregorio Marañón de Madrid. Pilar Murga, también anestesita, hace lo propio en el complejo hospitalario de Badajoz. Y Jose Manuel Hernández, cirujano general y del aparato digestivo, ya está de vuelta al hospital de Antequera (Málaga). Los tres son extremeños, de Llerena, Badajoz y Fuente de Cantos, respectivamente, y han vuelto a reunirse en una misión solidaria internacional que esta vez ha tenido lugar en Kenia. Ya han actuado juntos en otras misiones similares en Mozambique y en Perú, con la oenegé Cirujanos en Acción.

«Hace dos años participé por primera vez, faltaba un anestesista en el equipo y me pidieron que fuera. Acepté y ahora estoy enganchada». ¿Por qué? «Porque poder ayudar con tu trabajo a gente que lo necesita engancha. En el día a día estamos tan metidos en la rutina del trabajo que a veces llegas a perder ese puntito de humanidad y se convierte en una tarea más o menos automática, pero cuando vas a este tipo de países recuperas el entusiasmo. Allí ves que tu trabajo vale mucho más que aquí, se valora porque allí la sanidad no es gratis para el paciente», cuenta Ana Pizarro.

Esta anestesista, aunque trabaja en Madrid, sigue muy vinculada a la región. Es de Llerena y precistamente ha sido este hospital el único de la región que ha colaborado donando medicamentos y materiales para llevar a cabo esta última campaña solidaria en Kenia. Este país está en el circuito de Cirujanos en Acción a través de un convenio de colaboración firmado por ambos.

El equipo español

Con esos materiales donados y junto a otros tres médicos y una enfermera de Pamplona y Madrid que conforman el equipo desplazado hasta África, estos tres médicos especialistas extremeños han intervenido quirúrgicamente, mañana y tarde, a 80 pacientes, «la mayoría de ellos han sido niños», cuenta el cirujano de Fuente de Cantos. «En adultos hemos operado principalmente hernias y eventraciones, alguna muy grave; y en niños también criptorquidias, hipospadias y algún linfangioma de cuello», detalla la doctora Pizarro.

Las intervenciones se han llevado a cabo, en concreto, en Gatundui, un pueblo a unos 50 kilómetros de Nairobi, la capital. La expedición española llegó el pasado 1 de noviembre y regresó esta semana, el día 12. «El hospital en el que operamos estaba muy bien montado, gracias a una inversión china, pero el problema es que la gente que está allí no sabe utilizar los recursos. Tienen dos quirófanos bien montados, aunque con aparatos antiguos, pero no les dan el uso que podrían, bien por falta de formación o por que directamente no saben hacerlo», explica.

Las pacientes que han pasado por las manos españolas eran seleccionados por médicos locales entre aquellos que tenían menos recursos, ya que allí existe una especie de sanidad privada. «Aunque en Kenia no hemos visto tanta pobreza extrema como sí vimos en Mozambique, mucha gente no tiene dinero para pagar los gastos en el hospital y mucho menos una cirugía». Además de las intervenciones, los sanitarios españoles también han contribuido en esta misión a la formación de otros profesionales locales que han estado en sus operaciones.