No se presentaron ayer, pero Extremadura tendrá nuevos presupuestos para 2020 y estarán listos en enero. Lo dijo la vicepresidenta y consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, que compareció en rueda de prensa para explicar que la tramitación de las cuentas autonómicas se verá retrasada «unas semanas» porque el Gobierno central aún no ha enviado sus previsiones de ingresos definitivas. «Carecemos de datos exactos sobre las entregas a cuenta. Algunas dudas se han resuelto, pero no todas», dijo Blanco-Morales, que sí descartó subir los impuestos ante un escenario económico «de grandes riesgos».

El Estatuto de Autonomía de Extremadura establece que el anteproyecto de ley de presupuestos debe llevarse a la Asamblea antes del 15 de octubre, pero el Consejo de Gobierno acordó ayer comunicar al Parlamento que no se presentará por el momento ante la falta de concreción de algunos elementos «muy esenciales». Según explicó Blanco-Morales, de los 220 millones de euros que Extremadura reclamaba por las entregas a cuenta pendientes, Hacienda confirmó el viernes por carta que llegarán 134 del sistema de financiación autonómica, pero aún siguen faltando 86 millones de la liquidación del IVA y tampoco hay certezas acerca de los 90 de inversiones extraordinarias que contempla el protocolo firmado con el Gobierno.

Blanco-Morales expclió que todos los años las regiones van conociendo las previsiones de ingresos a medida que avanza el ciclo presupuestario, pero en este caso la falta de presupuestos del Estado para 2019 «imposibilita que se conozca esta información».

La orden para comenzar a elaborar las cuentas autonómicas se publicó el pasado 19 de septiembre en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) y la consejería lleva trabajando desde entonces «con prudencia y mucho sentido de lo que podemos y no hacer» para elaborar un documento lo más ajustado posible a la realidad.

MÁS INFORMACIÓN / Lo que ocurre es que «ciertos elementos tienen que esperar unas semanas más», señaló Blanco-Morales, que reitera que la intención de la Junta es que las cuentas puedan entrar en vigor en enero a pesar de este retraso inicial. Para ello, apunta, el intercambio de información con el Ministerio de Hacienda será periódico en los próximos días.

La consejera ha recordado que la concreción en las cifras es esencial no solo para elaborar un presupuesto lo más afinado posible, sino también para cumplir los objetivos de déficit. Algo que ha considerado muy importante en un contexto económico «de grandes riesgos» como el actual, donde «no se puede hablar de recesión pero sí de enfriamiento», dijo.

En cualquier caso, una vez más señaló que el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria «no se cargará sobre los más vulnerables» y también descartó acompañar los presupuestos autonómicos del 2020 con una ley de medidas fiscales, lo que implica que los impuestos no se tocarán.

«Primero habrá que definir el modelo nacional», señaló en este sentido Blanco-Morales, que también reclamó un nuevo sistema de financiación que garantice la suficiencia de recursos al margen de que se aprueben o no presupuestos del Estado para que las comunidades autónomas no sean «víctimas» de la falta de acuerdo entre partidos.

Cabe recordar que en los últimos cuatro años la tramitación parlamentaria de los prespuestos de la Junta también se vio retrasada, aunque en este caso por la necesidad de negociar con los grupos de la oposición para sacarlos adelante. Pero ahora el PSOE tiene mayoría absoluta y por primera vez en ocho años (el PP también tuvo que negociar sus cuentas con IU) no será necesario que el Gobierno regional ate antes los presupuestos con ningún partido para sacarlos adelante, lo que sin duda acortará los plazos.

Las cuentas del 2019, últimas aprobadas y actualmente en vigor, suman un total de 5.797,9 millones de euros, cifra que supuso un incremento del 6,7% respecto a las del año anterior.