Después de casi una década de resultados negativos, de notas por debajo de las medias y suspensos en las competencias básicas de los tres informes PISA en los que ha participado la comunidad (2012, 2015 y 2018), llega un aprobado raspado para los alumnos extremeños. No es en matemáticas, ciencias ni comprensión lectora (cuyos resultados se dieron a conocer a finales del 2019 y están por debajo de la media nacional y global), sino en una nueva área evaluada por primera vez: la competencia global o la capacidad de desenvolverse en el mundo actual interconectado. Define, en concreto, la aptitud que tienen los alumnos de 15 años para examinar cuestiones locales, globales e interculturales, comprender distintos puntos de vista, interactuar de forma respetuosa con los demás y para emprender acciones para el bien común y el desarrollo sostenible, explica el estudio.

Esta nueva competencia forma parte del Informe PISA 2018, pero sus resultados se acaban de publicar. Y muestran que por primera vez Extremadura, con un total de 499 puntos alcanza la media de los países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según el informe, el 64% del alumnado extremeño alcanza o supera el nivel básico de rendimiento en competencia global, un porcentaje que se eleva al 68% en el conjunto del país. De hecho, el aprobado no es solo para Extremadura, sino para todo el país. España, con 512 puntos de media, supera de largo la media de la OCDE y solo es superada por Escocia y Canadá entre los países que conforman esta organización internacional.

La parte negativa de estos últimos resultados la ofrece la comparativa dentro del país, ya que Extremadura sigue manteniendo los puestos de cola entre las comunidades españolas. Por debajo de la región, solo están Melilla y Ceuta con 473 y 438 puntos respectivamente; por encima, todas las demás autonomías, lideradas por Castilla y León (534 puntos), Asturias (527), Aragón (526) y Cantabria (526).

¿Por qué estas diferencias?

¿Por qué estas diferencias?«Hay desigualdades que son históricas. Extremadura sigue siendo Objetivo 1 de la Unión Europea, tiene una de las economías más débiles del país y luego hay otro factor que puede influir cuando se abordan cuestiones de interculturalidad como es el hecho de que en nuestros centros educativos, salvo en algunas zonas localizadas, la población inmigrante no es muy alta», explica el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, que destaca que Extremadura es una de las pocas regiones con una asignatura de Ciudadanía.

En cualquier caso, la valoración general de la administración es «positiva». «Es verdad que Extremadura está en los últimos puestos en general, aunque no en todos los parámetros, pero está en la media de la OCDE con su misma puntuación que es la que se considera apta, válida y aceptable», apunta Amaya. «Teniendo en cuenta además que era la primera vez que se evaluaba esta competencia, que se desconocían por tanto los parámetros que se iban a evaluar, que las diferencias con otras autonomías como Comunidad Valenciana son poco significativas y que estamos en la media de la OCDE, nuestra valoración es positiva», prosigue.

El secretario general de Educación considera que se trata de un indicador interesante porque «mide cómo un alumno extremeño puede desenvolverse en situaciones de plurilingüismo, interculturalidad o conflictos éticos que tenemos todos los ciudadanos» y además porque «arroja claves de por dónde debe de ir el proceso de enseñanza y aprendizaje en el futuro. Es el momento más que nunca de enfocarlo hacia las competencias que son transformadoras como aprender a aprender, fomentar el espíritu emprendedor y digitalización. Es el momento de apostar por currículos más flexibles y menos enciclopédicos», señala.

Cabe recordar que en ninguna de las tres competencias básicas y analizadas tradicionalmente en PISA (matemáticas, ciencias y comprensión lectora), los alumnos extremeños no alcanzan la media nacional, ni mucho menos la de la OCDE, según el informe del 2018. Pero en esta nueva competencia global sí logra el nivel medio internacional.

Entre los más tolerantes

Entre los más tolerantesEntre los parámetros analizados en la última entrega de PISA, los estudiantes extremeños superan al conjunto nacional en cuanto a la capacidad que tienen para comprender los puntos de vista ajenos, con un índice de 0,26, por encima tanto de la media nacional (0,19) como de la OCDE (-0,01). También están los alumnos de la región más interesados que la media del país por aprender sobre otras culturas con un índice de 0,20 (la media estatal es de 0,18). En este parámetros está a la cabeza Melilla (0,40) y a la cola Cataluña (0,09). Y alcanzan al conjunto en cuanto al respeto que muestran por otras culturas, un parámetro en el que España lidera la clasificación mundial.

Los extremeños también están en el centro de la tabla española cuando se habla de adaptabilidad cognitiva, un concepto que hace referencia a la capacidad de amoldar el pensamiento y el comportamiento propios al entorno cultural predominante o a nuevas exigencias y desafíos. En este punto España es el país en el que el alumnado acredita una mayor adaptabilidad cognitiva (0,28) y Extremadura está incluso por encima (0,34).

Por contra, los extremeños están por debajo de la media nacional en cuanto al grado de información que tienen sobre cuestiones globales, obtienen el números más bajos de respuestas correctas sobre su capacidad para esforzarse por el bienestar colectivo y el desarrollo sostenible y también en el porcentaje de alumnos que afirma hablar dos o más idiomas lo bastante bien como para conversar con otras personas: el 72% frente al 84% nacional. Solo los canarios, con un 70%, están por debajo de los extremeños. Aún así, Amaya valora que ese porcentaje era «impensable hace 20 años». A su juicio, PISA es un informe «serio; no hay que tener miedo a la evaluación».