TNtuestro mundo, el mundo del hombre y la mujer, está inmerso en una dinámica de evolución constante, pero que arrastra comportamientos ancestrales, que aún no se han dejado en el camino. Estos comportamientos aún se evidencian en nuestra sociedad del microchip y de la filosofía cuántica. Pero centrémonos en lo que nos atañe, el saber cocinar: escaso reconocimiento se ha tenido de la mujer en la historia de la gastronomía, tan solo puntualmente si lo comparamos con lo que respecta al hombre. Sin embargo, el hombre ha sido desde siempre alimentado por las manos de la mujer.

¿Quién es el culpable de que la mujer esté poco representada en la cocina que trasciende? ¿Quién es el culpable que la presencia de la mujer sea tan escasa en la bibliografía gastronómica o en los medios audiovisuales? Podría pensarse que la responsabilidad recae sobre la mujer, aunque también debe tenerse en cuenta que es una consecuencia directa de la situación que ha vivido la mujer a lo largo de la historia del hombre. Pero no podemos olvidar que primero fue la mujer, después vino la gastronomía como un hecho avanzado del comportamiento alimentario, aunque se puede pensar que en sí son origen y causa de una mismo hecho, donde ambos se retroalimentan.

XDESDEx los inicios de la historia de la gastronomía se conocen insignes cocineros en el mundo grecorromano, en el renacimiento español, aunque a partir de este periodo se comienza a originar los llamados "cuadernos de cocina" en los que las madres anotaban todas aquellas recetas útiles para el mantenimiento de la casa, los cuales regalaban a sus hijas como legado de familia. De estos cuadernos se han podido rescatar algunos, como el de 1475 'Manual de mugeres en el qual se contienen muchas y diversas reçeutas muy buenas'. Un siglo después nos encontramos con otro: 'Libro de receptas de pivetes, pastillas elvas perfumadas y conservas'. Y en el siglo XVII una mujer deja a su hija un bello texto, ejemplo de transmisión de experiencias como es 'Recetas experimentadas para diversas cosas'. Ya en el siglo XIX ha destacado la Condesa de Pardo Bazán , que escribió un gran texto culinario, el cual aún está de actualidad: "la cocina antigua y moderna española". Y más hacia nuestro siglo se han encontrado en el Valle de los Pedroches todo un minucioso recetario de doña M M. Guadalupe Blasco y Alava . La obra evidencia que está realizada por una mujer con un fuerte bagaje cultural y una cultura refinada. Posiblemente exista muchos ejemplos de "cuadernos de familia" que están en el anonimato y, sin embargo, tienen un gran valor cultural y antropológico.

También es verdad, que no se nos oculta que en la actualidad podamos poner ejemplos de cocineras de papel 'cuché' y hasta que posean estrellas Michelín, pero es más cierto que muchos de nosotros tenemos en nuestra memoria, anónimas cocineras que con sus platos nos han deleitado el gusto. Tal vez las tengamos más cerca de lo que creemos. En nuestras propias casas y no necesariamente necesitan airearse en televisiones, revistas o ser condecoradas con halagos y lisonjas, sino con una simple sonrisa cómplice y agradecida.

La gastronomía no tiene sexo, sin embargo hay que recordar la bíblica frase de "al Cesar lo que es del Cesar...".