Los primeros militares de la Brigada Extremadura XI que formarán parte del contingente español que se desplegará en Líbano en misión de paz parten este domingo hacia su destino.

El vuelo, que parte desde el Aeropuerto de Badajoz a las 17,00 horas, será el primero de los tres previstos en los que, en total, se desplazarán casi 500 militares de la base 'General Menacho' de Bótoa que participan en esta nueva expedición, a los que se suman otros 115 efectivos de diferentes unidades del Ejército y de la Guardia Civil.

Estos militares fueron despedidos en un acto celebrado en la propia base el pasado 3 de noviembre antes de partir al Líbano para liderar el Sector Este de la misión que Naciones Unidas tiene desplegada en la zona.

Con dicho acto quedaba constituida la Brigada Multinacional del Sector Este BRILIB XXVIII de la Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano.

El general jefe de la Brigada 'Extremadura' XI, Francisco Javier Dacoba Cerviño, fue el encargado de presidir el acto de despedida de estos militares, que durante los próximos seis meses "velarán por el cumplimiento de la resolución 1701 de Naciones Unidas".

Entre los objetivos de estos militares, se encuentran los de evitar reaparición de hostilidades en el sur del Líbano, instruir a las Fuerzas Armadas Libanesas para que asuman las tareas relativas a la seguridad en la zona son sus misiones principales.

Por su parte, el coronel Francisco J. Romero Marí, que asumirá el mando de este contingente, ha elogiado los "esfuerzos" realizados hasta ahora, y ha remarcado que los hombres y mujeres que forman el contingente, "inician seis meses de trabajo ilusionante", en el que acometerán "con profesionalidad y dedicación las diversas tareas que les han sido asignadas".

Unas tareas entre las que cita patrullas, puestos de observación, actividades de cooperación cívico-militar, así como su colaboración en el Programa Cervantes, de enseñanza de la lengua española a los habitantes del sur del Líbano, ha relatado.

El coronel Romero también ha señalado que "parte muy importante del éxito de la misión" son los familiares que se quedan en España "cubriendo la retaguardia", a los que ha querido dar las gracias "por el cumplimiento de esa misión callada y poco conocida por la sociedad española".