Era el examen más disputado de los últimos años. Casi 15.000 médicos, recién titulados en su mayoría, aspiraban a las 6.500 plazas en juego. Y Miguel Sánchez lo consiguió. Emeritense, de 24 años, en el último examen MIR logró el puesto 135 y eso le permitió elegir el primer día dónde realizar su residencia y lo que es mucho más importante para ellos, en qué especialidad. «Dudé entre varias, pero al final opté por Cardiología. Creo que me ofrece una parte clínica que me gusta bastante y un alto grado de tecnificación, es una especialidad muy completa».

Si no es el extremeño con la mejor nota en esta conocida prueba para médicos, sí está entre los mejores y se queda, de momento, en Extremadura. «Estuve mirando en bastantes hospitales de aquí, de Andalucía y de Castilla y León y el de Badajoz fue de los que más me convenció por la calidad de su formación. «Sé que aquí me voy a formar bien y encima es mi entorno», apunta este joven al que la Medicina, dice, lo llamó. «Siempre me había fascinado. Cuando saqué la nota suficiente en Selectividad no me lo creía, me parecía un sueño cumplido y esa emoción me ha durado bastante tiempo». Ahora tiene otra, la de convertise en cardiólogo tras cinco años de residencia que empiezan a correr en los próximos días. «Es el primer paso de una carrera profesional que no sé dónde me llevará; Extremadura sería un buen lugar».

Es lo que están intentando desde el SES, que junto a otras comunidades, está buscando acciones para fidelizar a los nuevos especialistas y evitar que se marchen, porque en los próximos años se espera un déficit de médicos importante. «La formacion especializada que se ofrece en Extremadura es buena y los residentes muestran una gran satisfacción, nos queda trabajar para que se queden aquí y para poder acreditar más unidades docentes», apunta Luis Tobajas, el director general de Planificación y Formación y Calidad Sanitaria del SES.

OTROS ESPECIALISTAS / Tobajas reconoce que el sistema nacional de salud se diseñó en su día pensando casi exclusivamente en los médicos, pero con los años se han ido dando pasos de gigante en torno a otros especialistas sanitarios imprescindibles como farmacéuticos, psicólogos, enfermeros,... «La especialización es fundamental para tratar a la población con la máxima calidad».

A pesar de ello, nadie duda qué es un MIR (Médico Interno Residentre) pero siguen siendo más desconocidos otros programas de formación sanitaria especializada. Son el PIR, el BIR, el EIR, el FIR y el QUIR. En el sistema sanitario público se ofertan todos los años plazas para formar a psicólogos, biólogos, enfermeros, farmacéuticos, psicólogos y químicos internos residentes (también radiofísicos pero no hay plazas en la región) con el fin de trabajar en la sanidad pública (en algunos casos como matronas o farmacia hospitalaria, por ejemplo, la especialidad es imprescindible para ejercer como sucede a los médicos). Y los que tienen esa meta deben superar duros exámenes, una competencia voraz -hay muchas menos plazas- para llegar a residentes.

UNA META / Bien lo sabe Marina Cayero que, tras tres intentos, fue el pasado febrero en su cuarto examen PIR cuando logró su objetivo. «Siempre me he quedado cerca pero hay tan pocas plazas y somos tantos que es muy difícil entrar», cuenta esta psicóloga de Badajoz. A sus 29 años comenzará la formación en psicología clínica. «Siempre tengo que decir soy como un MIR, somos más desconocidos, pero es la mejor formación que existe en España, estoy muy contenta». De los que realizaron el examen PIR en la región fue la única que aprobó y obtuvo el número 112 entre casi 2.000 aspirantes del país. Eso le garantizó la residencia y además donde quería, en Badajoz. Marina escogió la primera de las dos plazas que se ofertan para Psicología en Extremadura. «Tuve suerte, desde que me fui a Salamanca a estudiar vivo fuera de Badajoz y quería volver. Tengo muchas ganas de empezar después de tanto tiempo esperando este momento».

Durante su residencia rotará por los dispositivos de salud mental de la ciudad, tanto en centros de salud como hospitales. Su única pega, la escasez de plazas para los psicólogos. «En Extremadura antes había una tercera plaza en Plasencia, pero la eliminaron. Y tampoco somos suficientes en la sanidad pública. Estamos a la cola».

Para residentes en Química solo hay una plaza en la región (24 en el país) y la ha elegido Guillermo Boyero que obtuvo, «con constancia y mucho trabajo», el número 21 en el examen del pasado febrero. Este joven de 27 años es de Salamanca y está preparando las maletas para mudarse a Badajoz. «Era de las ciudades más cercanas a mi casa y además ofrecía la especialidad de Análisis Clínico, que es la que más me gusta». Para él la formación especializada es una salida interesante: «siempre he querido comprender qué factores químicos afectan a la salud del ser humano». Su trabajo a través de análisis de los parámetros fisiológicos de los pacientes es fundamental para determinar un diagnóstico con mayor precisión.

Con una misión similar trabajan también en los hospitales profesionales de la biología. «Dentro del laboratorio clínico hay varias especialidades pero en general un biólogo residente analiza muestras necesarias para ayudar a llegar al diagnóstico de una enfermedad o identificar su causa... En Inmunología, la especialidad que yo he elegido, se trabaja el tipaje de HLA necesario para determinar la compatibilidad en los trasplantes, se estudian inmunodeficiencias como el SIDA... y muchas cosas más que aún desconozco», cuenta David Sánchez, bioquímico. Sabrá mucho más cuando terminen los cuatro años de residencia que comienza en unos días en Badajoz. En el puesto 19 entre 700 aspirantes, logró una de las 42 plazas de formación especializada para biólogos en la sanidad pública y una de las dos de Extremadura. «En el BIR, como en otros IR minoritarios, nos vemos obligados a realizar un examen brillante para entrar», cuenta el joven de 23 años de Los Santos de Maimona. A pesar de la cercanía, su primera opción fue Granada, «quería vivir allí un tiempo pero otro compañero cogió la plaza antes y elegí Badajoz «porque me gustó tanto el ambiente de trabajo y porque es mi tierra».

SENSACIONES / Ese fue también un aliciente para Plácido Tena, que en los próximos días se traladará de Villanueva de la Serena a Cáceres, donde hará la residencia en Farmacia. «La labor de los farmacéuticos especialistas en los hospitales siempre me ha parecido más interesante que cualquiera de los otros muchos trabajos de mi carrera». Por eso se preparó a conciencia para conseguirlo. «Fue un tiempo duro de estudio, pero lo peor del examen FIR es la enorme competencia que hay. En España hay 245 plazas, solo cuatro en Extremadura, para 1.290 aspirantes». Logró el número 95. «Tenía garantizada ya la plaza en la especialidad de farmacia hospitalaria, la que yo quería». Y la que hará en Cáceres. «Me informé en varios hospitales, pero cuando visité el servicio en el hospital de Cáceres me gustó y me dio buenas sensaciones». Por ahora no piensa en el futuro, «lo único que tengo claro es que después de lo que me ha costado llegar hasta aquí voy a intentar aprender lo máximo en estos cuatro años por delante».

La residencia de Raúl García durará la mitad, dos años, pero en este tiempo espera coger práctica y experiencia en la especialidad de Enfermería que ha elegido, Familiar y Comunitaria. Reconoce que quiso estudiar Medicina pero la nota no le llegó, y en 3º de Enfermería descubrió que esa era su verdadera pasión. «Somos los que estamos 24 horas con los pacientes, a pie de cama, atendiendo sus problemas, que no son siempre físicos y la formación específica es un avance para nuestra profesión». Fue premio al mejor expediente de su promoción y ahora ha sido el primero en elegir una plaza EIR en la región. Tuvo el número 124 entre 11.700 aspirantes y hará su residencia en Badajoz. «Entre todos tenemos que hacer prosperar a esta región». Este año se ofrecían 189 plazas ‘IR’ en la región y todas se han cubierto.