Las prisiones extremeñas no albergan reclusos relacionados con el terrorismo islamista. Actualmente en las cárceles españolas hay 59 internos condenados o acusados por delitos de terrorismo que se encuentran repartidos por 20 centros distintos, ninguno de ellos extremeño, según ha podido conocer este diario de fuentes penitenciarias y de la propia Delegación del Gobierno en Extremadura.

Desde los atentados del 11 de marzo en Madrid, el Ministerio del Interior decidió realizar 29 traslados de internos islamistas entre distintas prisiones. A todos ellos se les está aplicando medidas de control y son cambiados con frecuencia de celdas.

Entre esos reclusos se encuentran los encarcelados en relación con los atentados del pasado 11-M, los presuntos miembros de la célula española de Al Qaeda, que fue desarticulada en noviembre del 2001, y los detenidos en Cataluña en la Operación Lago --en ella se intervinieron sustancias con las que podía fabricarse napalm casero--.

LA MISMA POLITICA A todos estos presos, según las fuentes penitenciarias, se les aplica la misma política de dispersión que se lleva a cabo con los miembros que pertenecen a cualquier organización terrorista, como es el caso de ETA o el GRAPO. Pero, hasta el momento, ninguno de ellos ha sido trasladado a las prisiones de Cáceres o Badajoz.

No obstante, sí existen presos de origen árabe y magrebí en Extremadura, aunque éstos están recluidos por estar relacionados con otro tipo de delitos, por lo que a ninguno de ellos se les ha aplicado las medidas de dispersión dictadas por el Ministerio del Interior. En concreto, en los dos centros penitenciarios de la región hay 128 reclusos árabes, lo que supone el 11,1% del total de este tipo de internos en todos las cárceles españolas.

Extremadura es, porcentualmente, la tercera comunidad autónoma que menos presos tiene sobre el total, sólo por delante Asturias (9,1%) y Cantabria (8,6%) y lejos de regiones como Madrid (36%) y Galicia (35,8%).

Asimismo, fuentes penitenciarias sostienen que los dos centros extremeños no tienen los problemas que se han denunciados en otros como los salmantinos o los gallegos, en donde los sindicatos aseguran que los presos islamistas son los más conflictivos y advierten de que los funcionarios están padeciendo su comportamiento y sus intentos de agresiones.

Otra de las causas que parece provocar este tipo de reacciones, según los sindicatos, es la presencia en las prisiones de líderes religiosos, que suelen ejercer una gran influencia sobre los demás reclusos. Esta situación tampoco se produce en los dos centros extremeños.