Hace más de una década que en Cordobilla de Lácara empezaron a mirar al futuro. En 1984 varios de sus vecinos formaron una cooperativa de aceite que desde 1997 solo produce de manera ecológica. En sus olivos no se vierten insecticidas, herbicidas, ni fungicidas. Solo el agua de la lluvia y abonos orgánicos (cenizas, estiércol,...). Las plagas se combaten con productos naturales y se labra de forma superficial para evitar la erosión de la tierra. "Trabajamos como se hacía antes de forma convencional, pensamos que el mejor camino era volver a eso y es el futuro", dice Virgilio Barbosa, gerente de la Cooperativa La Lácara y presidente de la Asociación de Empresarios Ecológicos de Extremadura, un colectivo que aúna más de una veintena de empresas de la región.

El camino que emprendieron los 350 socios de esta cooperativa pacense y otros muchos agricultores y ganaderos extremeños está dando sus frutos. "El sector está avanzando a pasos agigantados", dice Barbosa y lo demuestran las estadísticas. La superficie dedicada a la producción ecológica en la región está cerca ya de las 100.000 hectáreas. En 2015 superaron las 93.000 hectáreas, casi un 15% más que en 2014 (80.700 hectáreas), según los datos de la Consejería de Medio Ambiente. Esta cifra representa un 5% del total de la superficie agraria de Extremadura.

En cuanto al número de operadores, es decir productores, empresas e industrias, la cifra también evoluciona favorablemente. Actualmente, hay 3.273 operadores inscritos en agricultura y ganadería ecológicas, 205 más que en 2014. Esto supone que Extremadura es la tercera comunidad del país con más operadores y la cuarta con más superficie ecológica, por detrás de Andalucía, Castilla-La Mancha y Cataluña. Las 93.024 hectáreas extremeñas son el 6% del total de la superficie ecológica del país que supera 1,6 millones de hectáreas. La Junta es el organismo que autoriza, certifica y controla anualmente la producción ecológica en la región desde 1996, entonces apenas había 11.000 hectáreas de superficie ecológica declaradas (la agricultura ecológica empezó a regularse en España en 1989).

Aquí existen tres registros oficiales: uno de agricultores y ganaderos productores, otro de empresas e industrias elaboradoras y comercializadoras y otra de importadores de terceros países. Cada uno de los operadores certificados como 100% ecológicos deben estar inscritos en estos registros. Para ello, previamente hay que cumplir una serie de requisitos establecidos a nivel europeo. "Cuando alguien inicia una actividad ecológica lo primero que hace es solicitar la inscripción en el registro, pagar unas tasas mínimas y aportar la documentacion requerida. Nosotros hacemos una primera inspección y tras el visto bueno entra en el registro y empieza su actividad ecológica", explica José María Guerrero, jefe de servicio de Producción Agraria de la Junta.

Para mantener la certificación se tienen que cumplir las bases de dos reglamentos de la UE que estipulan desde cómo tiene que ser la producción en el campo hasta la manipulación de los alimentos o el envasado. "Una vez al año mínimo tenemos que hacer inspecciones para comprobar que siguen cumpliendo todas las condiciones: hacemos analíticas, comprobamos registros,...".

Guerrero estima que la evolución de la producción y el número de operadores en la región se ha acentuado en los últimos años tras varios de estancamiento, motivado entre otros factores por la crisis. Y la tendencia sigue en aumento, "sobre todo porque la comercialización, el principal caballo de batalla, empieza a mejorar", señala.

Lo que parece que lleva un ritmo más lento es el consumo, frenado en ocasiones por la diferencia de precios respecto a un producto convencional. "Podemos hablar de un precio de mercado de hasta un 50% superior en algunos productos porque su producción es también más cara y en menor cantidad", dice Gwenola de Mayoralgo, de El Buen Mercado, una de las mayores tiendas ecológicas de la región.

Se estima que en España apenas el 5% de la población consume productos ecológicos frente al 30% de países como Francia o el 50% de Alemania. De ahí que el mercado de lo que se produce en Extremadura esté principalmente fuera de nuestro país. "El 98% de la fruta ecológica extremeña se exporta al extranjero, aunque aquí el consumo está empezando a aumentar poco a poco", apunta el jefe del servicio de Producción Agraria. "En Extremadura se produce muy bien, a años luz de otras comunidades, pero no estamos sabiendo vender tan bien. El ejemplo está en Cataluña, que con menor producción ecológica que nosotros, está comercializando más".

PLAN ESTRATEGICO Consciente de ello, la Junta quiere convocar a todo el sector ecológico de la región, organizado en el Comité de Agricultura y Ganadería Ecológica de Extremadura --creado en 2009--, para analizar sus debilidades y entre todos diseñar un plan estratégico "en el que toquemos todas las bases de la producción ecológica, desde el trabajo en el campo a la comercialización, para ver qué medidas podemos plantear para mejorar y fomentar la producción ecológica", dice Guerrero, que espera que el plan esté elaborado en ocho o diez meses. Desde la Junta apoyan al sector y recuerdan que en el nuevo Plan de Desarrollo Rural aumentarán las ayudas agroambientales para cultivos ecológicos.

Desde la agrupación UPA-UCE, José Cruz, valora los avances en la producción ecológica regional pero señala que se han producido de forma individual, por eso insiste en la necesidad de contar con un plan

consensuado que nunca antes ha existido. "Hasta ahora cada uno está haciendo la guerra por su cuenta y necesitamos poner en marcha un plan estratégico que coordine a todos los sectores implicados para fomentar la producción ecológica, porque Extremadura tiene muchas potencialidades para crecer mucho más y más deprisa, sólo nos falta coordinarnos, unificar criterios, clarificar un sello estable que no genere confusión y un marco normativo ante la situación cambiante de los últimos años. Mientras, el sector está a la expectativa", dice. Con dicho plan se podrían atajar las principales debilidades que considera Guerrero: la débil comercialización, la falta de asesoramiento y la carga burocrática, que la Administración quiere reducir. "Si logramos atacar estas cosas nos irá mucho mejor".

AGRICULTURA Y GANADERIA La superficie ecológica extremeña está dedicada principalmente a la agricultura. Destacan en mayor volumen de producción olivares --con casi el 40% de la superficie ecológica regional--, viñas, ciruelas, nectarinas, melocotones, peras, higos y espárragos (según datos del Ministerio de Agricultura de 2014).

Pero también hay cerca de un 40% de la superficie total dedicada a la ganadería. La región cuenta con 77.000 cabezas de ganado inscritas como ecológicas --ocupa el quinto lugar en el país-- y 261 explotaciones, el 2,62% del total nacional. Principalmente son de ovino (72%) y vacuno (17%). "La reglamentación para producir ganado en ecológico es más complicada porque obliga a tener una explotación dedicada en exclusiva al ganado ecológico, no se puede mezclar con el convencional y eso lo hace más restrictivo. Luego la comercialización de la carne también está costando más", indica Guerrero. La normativa europea obliga a tener terrenos libres de tóxicos, a utilizar pastos ecológicos y tratamientos sanitarios sólo si hay riesgos para el animal. "Este sector va más retrasado pero tiene mucho margen de maniobra como la agricultura. El techo en ambos aún está lejos".