La sequía ha hecho desplomarse la producción hidroeléctrica en la región prácticamente hasta la mitad de lo que se llevaba generado a estas alturas del 2016. De un año a otro, se ha pasado de 2,23 millones de megavatios-hora (MWh) a 1,25 millones, con lo que el descenso acumulado es del 43,8%.

El peso que tiene la energía hidráulica en el mix eléctrico español viene condicionado en buena medida por la climatología. Así, en el 2016 supuso un 13,8% del total, por detrás de la nuclear (21,7%); la eólica (18,4%); y el carbón (14,5%). Sin embargo, este año, la ausencia de lluvias y unos embalses que se encuentran a poco más del 37% de su capacidad, el menor nivel desde 1995, han reducido drásticamente la actividad de las plantas. Con datos de Red Eléctrica de España (REE) hasta octubre, la importancia de esta fuente renovable en la estructura de generación ha disminuido hasta el 7,5%, superada por, además de las tres energías citadas anteriormente, el ciclo combinado y la cogeneración. En octubre apenas si supuso 725 gigavatios-hora, la menor cifra desde que existen registros (1990) y únicamente un 3,5% del total de ese mes.

La menor presencia de la hidráulica aboca también a un recibo de la luz más caro para el consumidor, al tenerse que utilizar tecnologías más caras, como las del carbón y el gas. Y no solo por la parte proporcional en la que haya que recurrir a las energías con costes más elevados. En España el mercado de la electricidad es marginalista, de forma que la última tecnología que entra al cruzarse la oferta y la demanda de electricidad para cada hora es la que acaba fijando el precio que recibirán todas ellas, sea cual sea su coste. Así que, si una vez que se ha dado entrada a las fuentes más baratas hay que recurrir a las más gravosas, como el ciclo combinado, eso significará que también se va encarecer toda la energía de origen renovable o nuclear que se use.

Tras Castilla y León, Galicia, Cataluña y Aragón, Extremadura fue el año pasado la quinta comunidad autónoma con una mayor producción hidroeléctrica, con un 6,4% del total generado en España por estas plantas. Dentro de la estructura de producción extremeña, tras la nuclear (a la central de Almaraz corresponden en torno a tres cuartas partes de la producción de electricidad de Extremadura), la hidráulica es la tecnología con más peso, con un 12% de lo generado en 2016.

Entre Iberdrola (cuenca del Tajo) y Endesa (la de Guadiana), gestionan catorce centrales hidroeléctricas en Extremadura. Son las de la primera de estas dos compañías las que suman la mayor parte de la potencia instalada (más de 2.000 megavatios —MW—), y también donde se concentra en su totalidad el descenso de producción. En cambio, en las de Endesa (unos 260 MW en conjunto) la generación se ha incrementado este año, al ser embalses dedicados básicamente al regadío. La falta de lluvias en el campo ha obligado a desembalsar más agua para riego, circunstancia que se ha aprovechado para incrementar la actividad de las turbinas.

la DIFERENTE EVOLUCIÓN / Entre las centrales hidroeléctricas de Iberdrola en Cáceres están dos de las mayores de España: José María de Oriol (Alcántara), con 957 MW de capacidad instalada, y Cedillo, que roza los 500 MW. La producción total de esta compañía en sus plantas del Tajo a su paso por Extremadura durante el 2017 (hasta el 15 de noviembre) fue de casi 1,15 millones de MWh, más de un millón de MWh por debajo de lo que generaron en el mismo intervalo del ejercicio pasado, que fueron 2,16 millones (la media anual suministrada entre 2000 y 2016 es de 2,33 millones de MWh).

El balance de las plantas hidráulicas ubicadas en el Guadiana es bien diferente. Gestionadas por Endesa, han experimentado un incremento en su actividad derivado de las mayores necesidades de los agricultores de agua para riego. Eso explica que en todas las centrales de esta compañía haya habido una mayor producción que en el pasado ejercicio. Así, en las del Cíjara (márgenes izquierda y derecha) se ha pasado de 22.277 MWh a 24.955 MWh; en La Serena, de 4.037 MWh a 27.860 MWh (se ha multiplicado prácticamente por siete); en las de Orellana (presa y canal), de 8.914 MWh a 9.814 MWh; en Puerto Peña, de 13.900 MWh a 17.130 MWh; y en Zújar, de 20.559 MWh a 24.564 MWh.

Proporcionalmente, la subida ha sido más que significativa, rozando el 50% entre un año y otro. Sin embargo, al ser la capacidad de estas centrales mucho menor, apenas compensa la caída registrada en las situadas en la provincia de Cáceres.