Quién sabe si algún día uno de ellos será diputado o consejero, o el propio presidente de la Cámara autonómica, lo que sí está claro es que la apertura y cercanía de la Asamblea hacía los escolares extremeños actúa como si de un colegio se tratara. No importa tanto el número de los visitantes, sino lo que aprenden y comprenden una vez pasado el umbral de entrada, y es que en este año ya son más de 4.000 las personas, entre escolares y mayores, que han acudido a la institución para descubrir en qué consiste.

Dónde se sientan los diputados o los consejeros, quiénes son los responsables de administrar el dinero de los contribuyentes extremeños o quién dicta la leyes y cómo se aprueban las mismas en la Asamblea de Extremadura, son algunas de las cosas que los 46 alumnos de quinto de primaria del colegio Nuestra Señora de Piedraescrita, de Campanario, aprendieron el miércoles en su visita al Parlamento extremeño.

Ellos, junto a otros cuatro mil visitantes, han estado en las instalaciones de la Asamblea y no son pocos, pues desde 2006 el número de visitas ha ido creciendo y ha pasado de los 7.000 a las 8.000 visitas en 2007.

Anastasio Pajuelo fue uno de ellos, profesor de conocimiento del medio del colegio de Campanario, solicitó desde el centro escolar la visita en marzo. La demora no ha sido dilatada: dos meses después, su colegio visitó la institución.

Aunque Anastasio se encargó a la vez de preparar a los alumnos de cara a tan parlamentaria excursión, con lecciones sobre la distribución administrativa de la región o las competencias administrativas que ostenta cada órgano autonómico, como la Junta o el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.

Y es que para el profesor "desde chiquito se endereza al arbolito", así defiende Anastasio la tarea de la Asamblea al organizar estas visitas, porque conocer desde épocas tempranas de la edad las administraciones que nos gobiernan facilita la comprensión esencial de la distribución de la riqueza y la organización de una región.

Aunque los protagonistas fueron ellos, los niños, que a parte de conocer el qué hacer cotidiano de la Cámara regional visitaron el Nuevo Hemiciclo de la Asamblea, donde se convirtieron durante unas horas en diputados para formar parte de un simulacro de pleno sobre los temas más trascendentes a esa edad, con el objetivo de que comprendieran que a través de la palabra, la discusión y el acuerdo pueden llegar a conseguirse muchas cosas.