Mínima repercusión. Estas fueron las dos palabras más repetidas a la hora de valorar la acogida de la protesta convocada para ayer por el Sindicato del Profesorado Extremeño (PIDE), pese al elevado índice de seguimiento --el 90% en Secundaria-- que proclamaron sus convocantes. Por el contrario, tanto la Junta --que cifró la participación en el 1%-- como el resto de sindicatos del sector educativo (CSI-CSIF, CCOO, FETE-UGT y ANPE) restaron importancia a una convocatoria que, a su juicio, pasó prácticamente inadvertida.

El llamamiento de PIDE consistía en hacer concentraciones durante el recreo y como muestra de solidaridad con los profesores agredidos en las últimas semanas en la región. Respecto al seguimiento, PIDE lo situó en el 90% en Secundaria, mientras que su vicepresidente, Alfredo Aranda, declaró ayer a EP que aún no poseían datos de Primaria, donde no obstante esperaban obtener cifras similares. Además, recordó que tienen prevista otra protesta para el 22 de noviembre, esta vez en las calles de las principales ciudades extremeñas.

Por su parte, el Gobierno regional calificó ayer la protesta como "un rotundo fracaso". En un comunicado, los responsables de la Junta aseguraron que "solo el 1% del profesorado extremeño" había secundado la convocatoria de PIDE, en base al sondeo realizado por las delegaciones provinciales de Educación en Cáceres y Badajoz en 105 centros, con una plantilla de 4.070 profesores. Según sus resultados, solo 40 docentes de un centro educativo pacense se habría movilizado durante el recreo, mientras que ninguno cacereño habría acogido concentraciones de este tipo.

También los representantes del resto de los sindicatos educativos extremeños comparten la percepción de la Junta. Se trata de las cuatro organizaciones que también están presentes en el Compromiso Social por la Convivencia --siendo PIDE el único que se mantiene al margen de este acuerdo-- y cuyos responsables, si bien comparten el argumento de la protesta (la solidaridad con los compañeros agredidos), consideran que no es el momento oportuno para generar alarma social.

Así lo afirma Adrián Vivas, presidente de CSI-CSIF Enseñanza, quien señala que "esta actuación queda fuera de lugar, porque justo ahora es cuando se están poniendo en marcha de medidas de protección". Una posición desde la que hablan también Santos Mayo, de FETE-UGT, o Antonio Serrano, de CCOO. En ambos casos y pese a carecer de datos, los dos dirigentes creen que el seguimiento de la protesta ha sido limitado. Incluso parte del profesorado, advertía Saturnino Acosta, de ANPE, podría no haberse llegado a enterar de la convocatoria.