El Consejo de Gobierno también autorizó ayer la convocatoria de subvenciones para la mejora de la empleabilidad de las personas en riesgo de exclusión social, con una dotación total de 11 millones de euros. Según explicó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Gil Rosiña, cuatro millones se destinarán al programa Crisol, que se desarrolla en los barrios desfavorecidos de las principales ciudades (Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia, Don Benito, Almendralejo y Villanueva de la Serena). Otros siete van dirigidos al Programa Colaborativo Rural, con los mismos objetivos pero centrado en las poblaciones de menos de 5.000 habitantes. Ambos programas responden «al empeño» de paliar la exclusión social en la región y tienen como finalidad ofrecer oportunidades de empleo a las personas que viven en barrios con más dificultades. En esta segunda convocatoria, del programa Crisol se beneficiarán 315 personas, mientras que en el caso del Programa Colaborativo Rural se esperan superar los 702 participantes de la edición anterior, ya que el presupuesto se incrementa en un millón de euros. Gil Rosiña detalló que el programa consta de dos fases: una primera de seis meses de duración en la que a los participantes se les hace un contrato de formación con las entidades colaboradoras y otra de tres meses en la que realizan prácticas en empresas privadas. La portavoz detalló que durante la primera fase el alumno-trabajador percibirá el 75% del salario mínimo interprofesional y en la segunda recibirá el 120% del Iprem.