Desde el próximo 1 de enero los festejos populares en los que participen toros no podrán ni embolar --prender fuego con algún material sujeto a los cuernos del animal-- ni atar a un punto fijo a las reses, salvo que sea necesario para recoger al toro al terminar el festejo. Así lo contempla el reglamento aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, y que trata de garantizar la seguridad de las personas y de los animales, para erradicar "cualquier atisbo de maltrato animal", señaló el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

El decreto también prohíbe realizar juegos con la res que desvirtúen el sentido lúdico, en los que se empleen artilugios o burladeros que no sean populares o tradicionales, y los impliquen riesgos para los participantes o las reses.

La edad mínima para participar en un festejo taurino popular será de 18 años, si bien se permitirá la participación de mayores de 16 años en festejos en los que se utilicen toros menores de dos años y/o vacas claramente despuntados/as de cualquier edad que no sean consideradas peligrosas.

Por otro lado, sin citar expresamente a Cataluña y el festejo de los correbous, Fernández Vara indicó que no entiende cómo en algunas zonas hay un "discurso" para los toros y otro para los festejos populares.