Naturgy ha propuesto a Iberdrola y Endesa, sus socios en Almaraz, poner sobre la mesa en una junta extraordinaria a celebrar en el mes de enero el futuro de la central nuclear extremeña, cuyo plazo para solicitar una prórroga del permiso de explotación del primer grupo expira el próximo 31 de marzo.

Los propietarios de Almaraz, las tres grandes eléctricas -Iberdrola (53%), Endesa (36%) y Naturgy (11%)-, celebraron este miércoles una junta ordinaria en la que no figuraba en el orden del día nada respecto al futuro de la central, el primero de los reactores nucleares en España que debe abordar su renovación.

No obstante, Naturgy presentó una propuesta, al margen del orden del día, que fue secundada por Iberdrola, para celebrar una junta extraordinaria el próximo mes de enero para abordar solo el tema de Almaraz.

Endesa, Iberdrola y Naturgy son socios en Almaraz a través de la agrupación Central Nuclear Almaraz-Trillo (CNAT). La otra agrupación que aglutina activos nucleares es la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV), en la que participan Endesa e Iberdrola. En la planta de Trillo, EDP España también es otro de los jugadores, con una participación del 15 por ciento.

Fuera de estas dos agrupaciones, se encuentran las centrales de Ascó I, propiedad al 100 por cien de Endesa, y Cofrentes, cuyo propietario único es Iberdrola.

A través de estas agrupaciones, que cuentan con la categoría de interés económico (AIE), los socios deben alcanzar la unanimidad para adoptar cualquier acuerdo.

El futuro respecto a las centrales nucleares se pone sobre la mesa en un momento en que entre 2023 y 2028 todos los reactores en España cumplirían su vida útil de 40 años.

Junto a los dos reactores de Almaraz, también deberá abordar el próximo año la solicitud de renovación de su autorización de explotación la central de Vandellós, participada por Endesa (72%) e Iberdrola (28%).

Posición de las eléctricas

En el caso de Iberdrola, la energética ha propuesto para la generación nuclear en España varias actuaciones, entre ellas, la planteada al Ministerio para la Transición Ecológica de una modificación normativa que permita solicitar la renovación limitada, hasta un plazo de 40 años de funcionamiento, sin perjuicio de eventuales renovaciones en el futuro.

Con esta modificación, el Gobierno dispondrá de mayor margen de maniobra para precisar la política energética y el papel de la energía nuclear durante la transición hacia un 'mix' donde la energía renovable sea mayoritaria.

Iberdrola, que subraya que la política energética del país debe ser definida por el Gobierno, asume que la aportación de las nucleares, como energía de transición hacia su cierre ordenado, se establezca con criterios razonables y no discriminatorios entre empresas, ni entre las distintas comunidades autónomas en las que están localizadas las centrales.

Asimismo, la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán reitera que viene trasladando a los socios de las centrales nucleares en las que opera "su voluntad de diálogo, con el fin de facilitar una posible solución, explorando todas las alternativas posibles, con distinta respuesta por parte de cada uno de los socios".

Por su parte, Endesa ha reiterado su apuesta por mantener la operación de las centrales nucleares a largo plazo, en adecuadas condiciones de rentabilidad y asegurando siempre que estas instalaciones cumplan los más elevados estándares de seguridad establecidos en la regulación nacional e internacional.

La eléctrica presidida por Borja Prado defiende así alargar la vida útil de las nucleares más allá de los 40 años para garantizar la transición energética a 2050, ya que no hay otra alternativa que garantice la seguridad de suministro, un precio competitivo de la electricidad y ayude en el cumplimiento de los objetivos de emisiones.

En el caso de Naturgy y EDP España, se mantienen a la expectativa respecto al acuerdo al que lleguen las dos grandes eléctricas respecto al futuro de las centrales nucleares, como participantes mayoritarios en las sociedades que agrupan estos activos.

En este contexto de negociación sobre el futuro de las centrales nucleares entre las grandes eléctricas, el Gobierno trabaja en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que remitirá a Bruselas, en principio, antes de expirar el año y que deberá definir la 'hoja de ruta' tanto para el carbón como la nuclear.

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