La asamblea de propietarios de Almaraz, central participada por Iberdrola, Endesa y Naturgy, volverá a reunirse mañana para intentar avanzar en una solución que desbloquee la actual situación y lograr un acuerdo para pedir la renovación del permiso de explotación de la central nuclear.

Fuentes próximas a las negociaciones que se están manteniendo han indicado que, después de que en la reunión de ayer las empresas propietarias, que tienen que adoptar la decisión de pedir la nueva licencia por unanimidad, siguieran manteniendo discrepancias, mañana se intentará aproximar posturas.

El nuevo permiso de explotación, que tiene que ser solicitado antes del 31 de marzo, sería, según el protocolo que han firmado las empresas propietarias de nucleares con la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), por un periodo de 7,4 años para el reactor I de la central y de 8,2 años para el II, con lo que la central operaría hasta 2028.

En la reunión del martes, que acabó sin acuerdo, Endesa llegó a proponer a Iberdrola y Naturgy que les ceda gratuitamente la planta de Almaraz, si no quieren operarla, aunque tendrían que hacerse cargo de los compromisos de mantenimiento y predesmantelamiento en la parte que les corresponda hasta que llegue el momento en que Enresa se haga cargo de esas cuestiones.

Ibedrola tiene una participación del 53 % en la central de Almaraz; Endesa, del 36 %, y Naturgy, del 11 %.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, ha dicho este miércoles que han propuesto a sus socios en Almaraz que le cedan sus participaciones en caso de que no quieran continuar explotándola, aunque ha reconocido que es "poco probable" que acepten esa propuesta.

"Ni ellos nos la van a vender ni nosotros la vamos a comprar", ha dicho Bogas.

Iberdrola y Naturgy ya se negaron en la reunión de ayer a aceptar la propuesta de ceder la planta gratis y tener que seguir asumiendo gastos de mantenimiento y predesmantelamiento hasta que Enresa se haga cargo de la central, según fuentes conocedoras de la reunión.

Además, ambas compañías proponen que si el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en su informe para concederles la renovación del permiso impone unas condiciones que trastoquen el plan de negocio aprobado el 12 de marzo, que contempla unas inversiones recurrentes de 400 millones de euros, se puedan volver a reunir para evaluar si siguen adelante con la petición de renovación para Almaraz, cuyo permiso de explotación cumple en junio de 2020.

Con anterioridad, ambas empresas habían planteado condicionar la petición a que esos requisitos del CSN no produjeran un desvío de más del 15 % de la cifra de inversión prevista en el plan de negocio.

Endesa se opone a introducir condiciones al protocolo firmado con Enresa, que establece los años que cada central tiene que solicitar para operar hasta la fecha que se ha fijado para ella, ya que considera que el protocolo no admite ningún tipo de modificación e, incluso, hacerlo podría suponer vulnerar la vigencia del propio protocolo.

Por eso, no está dispuesta a firmar pactos adicionales que lo modifiquen directa o indirectamente, bien sea en la solicitud administrativa que hay que presentar o en pactos entre los socios.

Hoy, miércoles, está también reunida la asamblea de la central de Vandellós II, participada en un 72 % por Endesa y en un 28 % por Iberdrola, que también tiene que solicitar la renovación de su permiso antes del 31 de marzo, si bien su situación es diferente.

La planta tarraconense será la penúltima que cierre, según el cronograma del protocolo, y puede pedir, además del permiso que solicite ahora por diez años, otro más, ya que su fecha de cierre se ha fijado para 2035.