Primer mensaje: sensibilizar a los ciudadanos extremeños para que no colaboren con la explotación sexual y laboral de mujeres, cuando acuden a clubes de alterne. Segundo mensaje: garantizar protección total a las prostitutas que se decidan a denunciar, ayudándolas a superar el miedo a ser expulsadas de España por carecer de papeles, concenciándolas de que la legislación española las ampara en estos casos.

Estas son dos de las claves del proyecto Asteria, que desarrollará en Badajoz y Cáceres la Consejería de Igualdad y Empleo con la colaboración de la asociación de mujeres Malvaluna y la Asociación de Derechos Humanos de Extremadura. El presupuesto es de 60.000 .

Según los datos aportados ayer por la Junta de Extremadura, un elevado porcentaje de las 2.000 extranjeras que ejercen la prostitución en la región --la práctica totalidad, extranjeras-- ha sido víctima de la trata de personas, una práctica delictiva que se basa en la captación, el traslado y la acogida de seres humanos bajo amenaza, el uso de la fuerza u otras formas de coacción.

La consejera Pilar Lucio destacó que una de las principales líneas de trabajo será el asesoramiento jurídico especializado, la atención psicológica y la protección de las mujeres explotadas, aspectos importantes en la lucha contra este "negocio ilícito", que en la mayoría de los casos se relaciona con la prostitución y la inmigración, lo que contribuye a que las afectadas no denuncien.

La abogada Marisa Tena, de Malvaluna, pidió a las afectadas que "no se paralicen" a la hora de denunciar a las mafias dedicadas a este tipo de actividades, y aclaró que la denuncia no lleva aparejada una orden de expulsión del país si "hay colaboración con la justicia" y por "razones humanitarias".

Otra área de trabajo de Asteria será la formación de las personas que se relacionan con estas mujeres, como sanitarios, agentes de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado, abogados o servicios sociales.

Según Tena, se pretende abordar el problema de forma "indirecta" debido a que anteriores experiencias han demostrado que el contacto directo en los clubes de alterne "no tiene ningún tipo de eficacia".